Atargatis,
proveniente del templo nabateo de Khirbet et-Tannur (siglo I a.C.).
Excavado por N. Glueck permanece como uno de los ejemplos más
significativos de la religión de los nabateos.
Se
dice que la primera mujer-pez conocida fue Atargatis, diosa de la
luna y de las aguas, protectora de la fecundidad y el amor.
Atargatis, perseguida por Mopsos, se sumergió en el lago Ascalón
con su hijo, y se salvó gracias a su cola de pez.
Atar-Gatis
puede significar "Diosa Atar-el pez".
Esta
leyenda se confunde con la de la diosa siria Derceto, que también se
arrojó a las aguas del mismo lago, después de matar a uno de sus
sacerdotes y abandonar a la hija de ambos en el desierto. Derceto
recibió la cola de pez como símbolo de su pecado, y su hija, criada
por las palomas, se convirtió en Semíramis, reina de Babilonia.
También
puede encontrarse una semejanza en la diosa Afrodita, hija del semen
de Zeus convertido en espuma de mar, diosa del amor y protectora de
los marinos. Su espejo ha sido heredado por toda la estirpe de
sirenas.
Para
buena parte de los sabios griegos, las sirenas tienen por padre a
Aqueloo, un río personificado en figura de hombre con cola de pez,
en cuanto a la madre, puede ser la diosa de la memoria, o alguna de
sus hijas, las musas. Quizá las sirenas sean hijas de la Elocuencia,
de la Danza, de la Tragedia o de la Música. Hasta podrían ser hijas
de Ceto, la ballena.
Los
antiguos griegos llamaban sirenas a unos seres quiméricos, mitad
mujer y mitad ave, que atraían a los marinos con sus cantos a un
fatal destino; así puede leerse en “La ilíada” en el famoso
pasaje en que Ulises ordena a la tripulación de su barco taparse los
oídos mientras él permanece atado al mástil a fin de poder oír
sin peligro el irresistible canto de estas mujeres-aves.
Beroso,
sacerdote babilonio refugiado en Grecia nos dejó el relato escrito
de un encuentro con los misteriosos Akpallus, seres con cola de pez,
que habrían aportado a los hombres los primeros conocimientos
científicos. Beroso vivió en tiempos de Alejandro Magno y hasta la
época de Tolomeo I, fue sacerdote de Baal-Marduk en Babilonia, era
historiador, astrólogo y astrónomo.
Oanes,
es el hombre-pez de Sumeria, también llamado con diferentes nombres
como, AKPALLU, ABGAL, ALULULIM, ADAPA, ANNEDOTI y los filisteos lo
llamaban DAGÓN y UANNA.
OANNES
fue el primero que creó el dios Enki. Este hijo de Enki, fue el
primer Rey Antediluviano que se autoproclamó Sacerdote-Rey, desde
453.600 al 388.000 a.C. y después creó a otros 7 seres hombres-pez,
que fueron los 7 espíritus sabios y asesoraban a 7 reyes diferentes.
Estos seres simbolizaban a Semidioses de Caldea, Sumeria y Babilonia.
Después
de OANNES, llegaron otros -hombres pez- que emergieron del mar del
Golfo Pérsico para instruir a la humanidad y se les llamaban,
ENEUBOULUS, ENEMEUTUS, EUDOCUS, ENEUGAMUS y ANADAPTOS apareció el
último, bajo el reinado de ENMENDURANKI de Sippar o EN-MEN-DUR-ANA
de la dinastía de Sumer, sobre el 2.900 a.C. Cada uno llegó en
distintos periodos históricos.
Estos
escritos fueron recogidos posteriormente de Flavio Josefo, por
Apolodoro, historiador filósofo romano y por Alexander Polyhistor
historiador griego.
En
Ugarit, tablillas cuneiformes dan fe de una fecunda "Señora
Diosa del Mar", así como tres diosas cananeas - Anat, Astarté
y Ashtart - que comparten muchos rasgos.
En
el templo de Atargatis en Palmyra y en Dura-Europos, ella apareció
en varias ocasiones con su consorte Hadad, en la cultura religiosa
en Dura-Europos, fue adorado como Artemis Azzanathkona, atributos de
Atargatis son el eje y el cetro o arpón. También dos templos bien
conservados en Niha, Líbano se dedican a ella y a Hadad.
En
la década de 1930, numerosos bustos nabateos y bajorrelieves
fueron identificados por Nelson Glueck en Khirbet et-Tannur,
Jordania, en las ruinas del templo del siglo I a.C., la diosa
Atargatis, aparece como uno de los ejemplos más significativos de la
religión de los nabateos en Petra. Pueden verse un par de peces por
encima de su cabeza, y su cabello ondulado que sugiere el agua dice
Glueck.
En
sus templos de Ascalon, Hierápolis Bambyce y Edesa, había estanques
con peces que solo sus sacerdotes podían tocar. Glueck observó en
1936 que "a día de hoy hay un estanque de peces sagrados
intocable en Qubbet el-Baeddwi, un monasterio derviche 3 kilometros
al este de Trípoli, Líbano."
El
culto a Atargatis, la diosa de las aguas, se extendió por el mundo
de la mano de los comerciantes sirios y pronto pasó a ser una deidad
muy popular entre los pueblos del mar, por lo que nos encontramos
rastros de ella en las grandes ciudades portuarias, en Delos se han
encontrado especialmente numerosas inscripciones dando testimonio de
su importancia.
Nos
encontramos con el culto en Sicilia, presente sin duda, por los
esclavos y las tropas mercenarias, que la llevaron incluso a los
límites más lejanos del norte del Imperio Romano. El líder de los
esclavos rebeldes en la Primera Guerra Servil, el sirio Euno, decía
recibir visiones de Atargatis, identificada en Sicilia con Demeter de
Enna que tenía su Templo en el actual Castello di Lombardi.
El
historiador helenístico Polibio de Megalópolis visitó la Qart
Hadasht púnica a mediados del siglo II a.C. actual Cartagena
(España), y dejó escrito que en el cerro del Molinete se
encontraban los magníficos palacios reales de Asdrúbal Barca,
donde en la cima del Arx-Hasdrúbalis (hoy cerro del Molinete) se
construyó el templo de Atargatis.
buena información, gracias
ResponderEliminarFascinante, sin duda los humanos tenemos bastante tiempo compartiendo este planeta con otras humanidades. Oh j alá algún día podamos conocer toda la historia de nuestra especie.
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