El
fin de semana del 4 al 6 de Diciembre, nos proporcionará momentos
estupendos para observar planetas, cuando la luna menguante también
acudirá a la cita. Saturno, que pasó por su conjunción solar el 30
de Noviembre, volverá a ser visible en los amaneceres a partir del día
20, podrá ser visto por el Este una hora
antes de que se levante el Sol, más bajo que Venus.
Entre
el 7 y el 17 de Diciembre tendrá lugar la lluvia de las Gemínidas.
Su máximo de actividad tendrá lugar los días 13 y 14 de Diciembre,
poco después de la luna nueva. Las Gemínidas que, como su nombre
indica, tienen su radiante en la constelación de Géminis,
constituyen una lluvia de meteoros muy peculiar, pues no está
ocasionada como las otras mayores, por un cometa, sino que está
producida por fragmentos del asteroide 3200 Faetón, que fue
descubierto en 1982. En su máximo de actividad, las Gemínidas
pueden ocasionar hasta 150 meteoros por hora, un número similar al
de las Cuadrántidas (que observaremos en Enero) y hace de ellas
las lluvias más activas de todo el año.
Las
Úrsidas, con radiante en la Osa Menor, son una lluvia de menor
actividad (unos diez meteoros por hora), su máximo sucederá el día
22, en la noche del solsticio, con la luna en cuarto creciente ya muy
brillante.
Diciembre
es el mes perfecto para observar una de las constelaciones más
bellas y más sobresalientes del cielo: Orión. Es una constelación
que puede ser observada tanto desde el Hemisferio Norte como desde el
Sur, por lo que ha sido conocida por las culturas de todo el planeta.
Las dos estrellas más brillantes de esta constelación, Rigel y
Betelgeuse, se encuentran entre las diez más brillantes del cielo.
En
la constelación de Orión se encuentran algunas de las nebulosas
interestelares más espectaculares, grandes
nubes de gas y polvo que abarcan casi toda la constelación. Se
encuentran a unos 1.500 años luz de la Tierra y constituyen la
región más cercana donde puede observarse la formación de
estrellas masivas.
El
invierno entra en el Hemisferio Norte, y el verano en el Sur, el día
22
de Diciembre
a las 5.48, hora peninsular. Es entonces cuando el Sol alcanza el
Trópico de Capricornio en su posición más austral posible. El
emplazamiento del Sol a mediodía no cambia apreciablemente en el
cielo durante varios días, y de ahí proviene el término
“solsticio” que significa “Sol quieto”. Ese día, el más
corto del año en el Hemisferio Norte, durará en Madrid 9 horas y 17
minutos, mientras que la noche casi tendrá 15 horas de duración
dejando mucho tiempo para la observación del cielo.
Pero
por extraño que parezca, el día más corto del año no es el día
en que el Sol sale más tarde y se pone antes. Ello es debido a que
la órbita de la Tierra es una elipse y que el eje de esta elipse no
guarda relación con la inclinación del eje terrestre que define las
estaciones.
El
atardecer más temprano tendrá lugar el día 8 Diciembre, mientras
que el amanecer más tardío se producirá el 4 de Enero
de 2016. Este invierno boreal durará 89 días (88,99 exactamente) y
terminará el 20 de Marzo de 2016 con la llegada de la primavera en
el H. Norte.
Las
estaciones suceden debido a la inclinación del eje de la Tierra, una
inclinación que, como hemos dicho, no tiene relación con la forma
elíptica de la órbita. Se da la circunstancia paradójica de que el
invierno del Hemisferio Norte llega cuando la Tierra, en su
movimiento elíptico alrededor del Sol, se encuentra lo más cerca
posible del astro rey. El
punto más cercano, denominado perihelio, se alcanzará el 4 de Enero
de 2016,
cuando la Tierra se encuentre a unos 147 millones de kilómetros del
Sol, esto es, 5 millones de kilómetros más cerca que en la posición
del afelio por la que pasamos el 6 de Julio pasado.
La
fase de luna llena sucederá el día 25 de Diciembre en la
constelación de Orión. Debido a la proximidad del solsticio de
invierno, a esta Luna se la suele llamar “Luna de las noches
largas”. La Luna pasará por el punto más alejado de la Tierra, el
apogeo, el día 5, a 404.762 kilómetros de la Tierra. Mientras que
en el perigeo, el día 21 de Diciembre estará a tan solo 368.447
kilómetros. La fase de Luna Nueva tendrá lugar el día 11 en la
constelación de Ofiuco.
Este
mes podremos
disfrutar de la observación de cinco planetas al ojo desnudo.
Mercurio, en Sagitario, será visible por el Oeste después del
atardecer; los mejores momentos para observarlo serán los días en
torno a la Nochebuena, justo después del ocaso, muy bajo sobre el
horizonte oeste. A principio de mes, en la constelación de Virgo,
Júpiter, Marte y Venus (por orden de elevación decreciente),
formarán bellas composiciones con la brillante estrella Spica.
Rafael
Bachiller es astrónomo y director del Observatorio Astronómico
Nacional IGN
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