21/9/18

LA GRAN PIRÁMIDE (II)


Las Pirámides están rodeadas de misterios y leyendas, y aún esconden secretos accesibles para el conocimiento científico.

Un grupo de investigadores de la Universidad ITMO (San Petersburgo, Rusia) confirma que bajo ciertas condiciones, la Gran Pirámide de Giza (construida por Keops) es capaz de concentrar la energía electromagnética en sus cámaras internas y bajo la base. Estas conclusiones han sido publicadas en Journal of Applied Physics.

A través de simulaciones por ordenador, los investigadores han analizado la respuesta del enorme edificio a las ondas de radio. Así han observado que, si la longitud de onda de dicha forma de energía entra en resonancia con las dimensiones de la pirámide, esta mole de piedra actúa como un canal para esta forma de radiación. Los investigadores han sugerido que estas observaciones y los modelos físicos empleados pueden servir para diseñar nanopartículas capaces de producir efectos similares en el rango visible del espectro electromagnético. Esto podría ayudar, por ejemplo, a desarrollar sensores y células solares más eficientes.

Los investigadores averiguaron que las ondas de radio con una longitud de onda de 200 a 600 metros entran en resonancia con la pirámide. A continuación, trazaron un modelo matemático para describir la respuesta del edificio y qué proporción de la energía es reflejada o absorbida por este en una situación de resonancia. Gracias a este tipo de cálculos averiguaron la distribución de la radiación electromagnética en el interior de la pirámide y observaron que se concentra en las cámaras inferiores.
Con una propagación de ondas electromagnéticas dentro de la pirámide usando distintas longitudes de onda (de 200 a 400 metros), en otra escala esto puede servir para manipular fotones -ITMO University, Laser Zentrum Hannover-

Los científicos tuvieron la idea de estudiar este fenómeno en la pirámide mientras estudiaban la interacción entre la luz y ciertas nanopartículas. Han sugerido que en ciertos casos se puede alterar la forma y el índice de refracción de estas nanopartículas para alterar su modo de distribuir la radiación (al igual que hace la pirámide). Así se puede, al menos en teoría, diseñar dispositivos que permitan controlar la luz a nanoescala, lo que tiene muchas posibles aplicaciones.
De hecho, ahora los científicos esperan usar lo aprendido en esta investigación para reproducir los efectos observados en la nanoescala. «Si escogemos un material con las propiedades electromagnéticas adecuadas, podemos obtener nanopartículas piramidales que sean muy prometedoras para ser usadas como nanosensores o células solares eficaces», ha asegurado en un comunicado Polina Kapitainova, investigadora en la Universidad de ITMO.


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