Los
egipcios llamaban a su país Kemet (la transliteración de kmt) que
los egiptólogos europeos tradujeron por “la tierra negra”.
Se
ha sugerido que la palabra árabe al-kīmiyaˀ significaba
originariamente “la ciencia egipcia”, tomando prestada del copto
la palabra kēm, que significa “carbonizado” en wolof, así
alquimia era el “arte de Kemet”.
La
palabra árabe kīmiyaˀ, sin el artículo, ha dado lugar a ‘química’
en castellano y otras lenguas, y al-kīmiyaˀ significa, en árabe
moderno, ‘la química’.
El
origen de la alquimia occidental puede situarse en el Antiguo Egipto.
La metalurgia y el misticismo estaban inexorablemente unidos en el
mundo antiguo. La alquimia, la medicina e incluso la magia eran
aspectos de la religión en el antiguo Egipto y por tanto, del
dominio de la clase sacerdotal. Según la tradición egipcia, el
faraón Keops fue el más antiguo alquimista y el autor del primer
tratado de alquimia.
La
alquimia egipcia es conocida principalmente a través de los escritos
de antiguos filósofos griegos (helénicos), que a su vez han
perdurado a menudo sólo en traducciones islámicas. Prácticamente
no se ha conservado ningún documento egipcio original sobre la
alquimia. Estos escritos, probablemente se perdieron cuando el
emperador Diocleciano ordenó la quema de libros alquímicos tras
sofocar una revuelta en Alejandría, que había sido un centro de
alquimia egipcia.
El
decreto de Diocleciano, escrito en griego sobre el año 300, ordenaba
quemar los antiguos escritos de los egipcios, que trataban sobre el
arte de fabricar oro y plata.
No
obstante, recientes expediciones arqueológicas han desenterrado
evidencias de análisis químico durante los períodos Naqada, una
herramienta de cobre fechada en esta época tiene rastros de haber
sido usada. Además, el proceso de curtir pieles animales ya se
conocía en el Egipto predinástico en tiempos tan antiguos como el
VI milenio a.C.
Otras
evidencias indican claramente que los primitivos alquimistas del
Antiguo Egipto habían ideado pastas de yeso ya en el 4.000 a.C.,
morteros cimentantes hacia el 2.500 a.C. y el vidrio en el 1.500 a.C.
La reacción química implicada en la producción del óxido de
calcio es una de la más antiguas conocidas: CaCO3 + calor ⇒ CaO +
CO2.
En
el Antiguo Egipto se produjeron cosméticos, fayenza y también pez
para la construcción naval. El papiro se había inventado hacia el
3.000 a.C.
La
leyenda cuenta que el fundador de la alquimia egipcia fue el dios
Toth, llamado Hermes-Tot o Hermes Trimegisto por los griegos,
escribió los llamados cuarenta y dos Libros del Saber, abarcando
todos los campos del conocimiento. El símbolo de Hermes era el
caduceo o vara con serpientes, que llegó a ser uno de los muchos
símbolos principales de la alquimia.
Los
papiros de Leyden y de Estocolmo, es el manuscrito conocido más
antiguo sobre la Alquimia. Sería uno de aquellos viejos tratados
quemados por Diocleciano, y dicen los cronistas, que los egipcios no
pudieron enriquecerse por este arte y extraer conocimientos que les
permitieran revelarse contra los romanos.
El
papiro se encontró en una tumba de Tebas, y fue parte de una
colección de antigüedades egipcias recogidas por D’Anastasi,
vice-consul de Suecia en Alejandría, que fueron vendidas en 1.828 al
Gobierno de los Países Bajos. Marcelin Berthelot hizo una traducción
con comentarios de este papiro en su “Introducción a la química
de la época antigua y edad Media”.
El
Papiro de Leyden y el Papiro de Estocolmo fueron escritos en griego
alrededor del siglo III, en Tebas, Egipto. Fueron conservados en sus
respectivas ciudades en forma de códice. El códice conservado en
Estocolmo dispone de 159 artículos y el de Leyden de 99. Los dos
papiros fueron originalmente parte de un mismo texto. Probablemente
provienen en parte, de las recetas de Bolos de Mendes, el
Pseudo-Demócrito.
Estos
documentos son importantes para la historia de la química, pues
mencionan recetas relacionadas con conocimientos muy antiguos y sobre
varias sustancias conocidas antes o en aquella época. Por ejemplo:
En
el papiro de Leyden:
Preparación
del púrpura11: Rompa piedra de Frigia en pequeños trozos, llévelo
a hervor y sumerja la lana dejándola hasta que se enfríe. Entonces
eche en el recipiente una “mina”12 de algas, vuelva a hervir,
saque la lana y vuelva a sumergir. Luego deje enfriar y lave con agua
de mar hasta que quede una coloración púrpura. La piedra de Frigia
debe tostarse antes de partirla.
En
el papiro de Estocolmo:
Púrpura:
Tueste y hierva un trozo de piedra de Frigia. Coloque la lana en el
recipiente caliente hasta que se enfríe. Retírela. Ponga en otro
recipiente “orseille” (lana de mar o algas) y amaranto, una mina
de cada uno, hierva. Coloque la lana en el recipiente y deje que se
enfríe.
También
se encuentra: Cómo purificar y endurecer el plomo, estaño y otros
metales conocidos en la época; Cómo hacer más pesados los metales
preciosos: oro y plata; Cómo fabricar tinta dorada (oro y mercurio)
y coaliciones de metales.
Ya
que los metales preciosos no estaban disponibles en cantidades
suficientes, es lógico pensar que en Egipto, por ejemplo, los
artesanos y sacerdotes fabricaban, sin intención necesariamente
fraudulenta, objetos de lujo o culto imitando el oro, la plata,
piedras preciosas, y cristales de colores mucho más baratos que los
materiales originales.
Fuente:https://historiadeafrica.com/la-invencion-de-la-alquimia-y-de-la-quimia-en-el-antiguo-egipto/
No hay comentarios:
Publicar un comentario