Ciclo Lunar
El
término calendario es sinónimo de almanaque y ambas voces difieren
sólo en la etimología.
Calendario
es una voz latina de calendae, palabra ya usada en castellano en el
siglo XIII y de uso más antiguo que almanaque, que proviene del
árabe manah.
El
término “almanaque”, significa registro de todos los días del
año, distribuidos por meses y con datos astronómicos e indicaciones
relativas a las fiestas religiosas y civiles, fases de la Luna,
santoral y todo tipo de información útil para el hombre del campo.
Buscando
el origen del calendario nos encontraremos con que en las
civilizaciones antiguas se utilizaba el Calendario Lunar para medir
el paso del tiempo. El paso de un mes a otro la señalaba la órbita
de la Luna. Es decir, cuando el satélite natural de la Tierra
regresaba a su fase inicial, se daba por finalizado dicho periodo.
Pasados 12 meses lunares, se contemplaba que se había completado un
año.
Pero
pasado el tiempo, debido a las cosechas y la agricultura, se tenía
la necesidad de contemplar también las estaciones, y por este motivo
se crearon losmcalendarios lunisolares. Estos calendarios formaban
grupos de periodos climáticos con sus respectivos meses lunares.
Para
encontrar el primer calendario de la historia, debemos remontarnos
más de 5.000 años atrás. Los sumerios, habitantes de la región de
Mesopotamia, fueron un pueblo tremendamente avanzado y también el
primer pueblo que dividió el día en varias partes. Concretamente en
doce danna de treinta ges cada una. Es decir, dividían los días en
doce horas, y cada hora a su vez, estaba dividida en 30 partes.
Los
babilonios idearon el sistema que llevó a fragmentar el día en
veinticuatro horas de sesenta minutos. El número sesenta representa
la sexta parte de la circunferencia, cifra que obtuvieron
multiplicando cinco -número de los planetas conocidos entonces:
Mercurio, Venus, Marte, Saturno y Júpiter- por los doce meses del
año. El calendario babilonio no tenían en cuenta la noche.
Entre
el segundo y el primer milenio anteriores a la era cristiana, los
babilonios añadieron un mes a su calendario, que ya era de doce
meses, para corregir y compensar los errores de algunos astrónomos.
Los
egipcios emplearon el día de veinticuatro horas para uso en
ceremonias y del templo. Eligieron ese cómputo porque los astrólogos
comprobaron que la esfera celeste mostraba al anochecer doce
estrellas brillantes. A partir del año 2.780 a.C. Egipto creó un
calendario solar de uso sacerdotal que fijaba la duración del año
en 365 días.
El
calendario egipcio trataba de indicar con exactitud los días en que
caían las crecidas periódicas del Nilo, elemento esencial en la
vida de aquel país. Observaron durante cincuenta años sus crecidas
y anotaron todos los datos al respecto. Este calendario fue divido en
doce meses de treinta días, y como sobraban cinco decretaron que
tales días sobrantes fueran festivos.
El
calendario griego.
El
poeta griego Hesiodo, del siglo VIII a.C., escribe que en su tiempo
los griegos utilizaban un calendario solar que habían heredado de
sus ancestros de la Edad del Bronce, los egeos. Echando mano de
conocimientos botánicos campesinos muy rudimentarios y de datos
astronómicos reunidos a lo largo de muchas generaciones, por lo que
también en la Grecia primitiva el modo de computar los días era
solar y muy antiguo.
Pero
por entonces todavía no se contaba el tiempo en años, cosa que se
generalizó a partir de 747 a.C., gracias a lo cual se puso orden en
la cronología, tan útil para la Historia. No obstante, no era fácil
a veces hacer frente a los desajustes y errores de cálculo debidos a
las variaciones de los calendarios.
Continuará...
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