El
terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Nepal el pasado 25 de abril
dejando más de 7.500 muertos y 14.000 heridos alteró la atmósfera
de la Tierra, según ha revelado la
NASA.
El
terremoto creó ondas
de energía que penetraron en la atmósfera superior de la Tierra
en las proximidades de Nepal, alterando la distribución de
electrones en la ionosfera.
Dichas
perturbaciones fueron controladas usando señales transmitidas por el
Sistema de Posicionamiento Global (GPS)
que fueron recibidas por un receptor situado en una región vecina a
Nepal, explica la agencia espacial en una nota publicada en su página
web.
Las
mediciones de perturbación, conocidas como contenido total de
electrones vertical (representadas en azul en el gráfico) han sido
filtradas mediante el software de procesamiento desarrollado por el
Laboratorio de Propulsión de la NASA Jet, en Pasadena, California,
que muestra las perturbaciones de onda (en rojo) en la distribución
de electrones en la ionosfera.
Los
científicos creen que los datos que poseen les pueden
ayudar a desarrollar nuevos modelos de propagación de ondas,
que podrían incluirse en futuros sistemas de alerta temprana contra
tsunamis y otros desastres naturales difíciles de predecir.
La
NASA, además, ha logrado capturar la primera imagen de Nepal tras el
terremoto. Los científicos la compararon con otra imagen de hace un
año y descubrieron la magnitud de la catástrofe en la localidad de
Langtang, parte
de la aldea "desapareció",
fue sepultada por una gran avalancha de rocas, polvo y hielo; y el
río parece bloqueado.
Además,
señalaron que Langtang aún es vulnerable a eventos secundarios como
deslizamientos de tierra, escombros y avalanchas.
en
marzo, científicos de la Universidad Anglia Ruskin, y del Instituto
SETI, del Centro de Investigación Ames de la NASA en California,
publicaron un estudio que demuestra que incluso los terremotos se
pueden predecir por sus efectos en la ionosfera.
Para
ello analizaron que en la zona sobre el terremoto de 7,0 grados
Richter en 2011, en el Parque Nacional Yanachaga en Perú, dos
semanas antes del evento comenzaron a registrarse ondas de radio de
baja frecuencia alteradas. Estas ondas viajan por la ionosfera.
Una
fluctuación particularmente grande se grabó ocho días antes del
terremoto, y esto coincidió con una disminución significativa de
movimientos de animales en esa área. Prácticamente desaparecieron.
La
ionosfera juega un papel fundamental en la atmósfera terrestre. Es
continuamente bombardeada por el viento solar que transporta
partículas ionizadas del Sol. Logra amortiguar el impacto de las
tormentas solares en la Tierra al recibir las eyecciones de masa
coronal del Sol a toda velocidad. En esta capa ocurren las auroras,
la explosión de meteoros y las nubes noctilucentes.
La
ionosfera no solo es bombardeada por el viento de nuestro sistema
solar de Ors, también por el sistema de Pléyades y su Sol central
Alcyone que se acerca a nuestro sistema y es mil veces más poderoso
que nuestro Sol.
Fuentes:https://twitter.com/NASA
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