La
idea de Pedro Rivas (1993) respecto al hecho de que las semejanzas
simbólicas que se aprecian en la "decoración" de los
objetos Tucano (Colombia), las de los aruacos prehispánicos
(Antillas), los petroglifos de Punta Cedeño (Venezuela) y como hemos
visto, las pictografías de Punta del Este (Cuba), reflejan el
posible uso de los mismos alucinógenos (en contextos y bajo
interpretaciones culturales disímiles), más que la definición de
esos rasgos, como consecuencia de hipotéticos antiguos contactos.
La
sustitución de un patrón simbólico por otro (modalidad de
composición concéntrica por modalidad de composición simétrica
bilateral) que se aprecia en Punta del Este, también puede encontrar
su explicación en la sustitución de un alucinógeno por otro.
Cambio que, si bien pudo responder a razones histórico-culturales,
implicó alucinaciones visuales mediante la aparición de nuevos
criterios simbólicos.
Otra
información de Dolmatoff permite profundizar, en teoría, en la
génesis de los dibujos de Punta del Este. Según este antropólogo,
él pudo definir que las alucinaciones visuales inducidas por las
drogas indígenas consisten, fundamentalmente, en imágenes luminosas
que responden a "dos categorías de fenómenos".
Por
un lado, la persona recibe aquellos elementos brillantes,
geométricos, que antes se han descrito y que responden al nombre
científico de "fosfenos".
Por
otro lado, la persona ve imágenes figurativas, imágenes pictóricas.
Aparecen grandes manchas de colores que se mueven como nubes
tempestuosas y de ellas emergen formas difusas, que pueden ser
interpretadas como gente o animales, o seres monstruosos. Estas
manchas de colores, que en dependencia del sustento cultural de la
persona o del chamán interpreta de una u otra forma, se convierten
en la base de datos visuales que, presumiblemente, origina lo que he
llamado Estilo o Arte Mural de Formas Rellenas o Entintadas y que
caracteriza el arte rupestre de otras muchas cuevas pictografiadas
del arco granantillano, pero que no encuentra su espacio en los
murales de Punta del Este.
Pero
si, como afirmara Dolmatoff, estas alucinaciones "figurativas"
aparecen "en una fase avanzada de alucinación", ello
apunta a dos consideraciones sobre el hecho de no hallarse este tipo
de pinturas en Punta del Este: primero, o esta alucinación no se
correspondería con el tipo de narcóticos que consumían los indios
en Punta del Este o, segundo, los chamanes de Punta del Este tenían
un control sobre su estado alucinatorio, impidiendo con ello penetrar
en estados alucinatorios más avanzados.
También
Dolmatoff, a partir de la repetición de ciertos dibujos geométricos,
pudo comprobar que los motivos basados en los fosfenos estaban
codificados por los indios, y cada uno de estos motivos tenían el
valor fijo de un signo ideográfico.
En
Punta del Este, esa similar recurrencia de signos y de relación de
forma y color que se establece entre los mismos, es lo que también
me ha permitido confirmar la existencia de un sistema ideográfico de
trascendente construcción.
Bien
es cierto que estos mismos signos basados en los fosfenos pueden
tener un significado totalmente distinto en otro contexto cultural.
Ello impide hacer en Punta del Este las mismas lecturas simbólicas
que hacen los indios tucano en sus ideogramas. Sin embargo, el hecho
de que estas comunidades gentilicias presenten similar grado de
desarrollo cultural, hace que sus requerimientos existenciales sean
equiparables.
De
modo que, y sin lugar a dudas, como en los dibujos tucano, las
pictografías de Punta del Este también hacen referencia a aquellos
aspectos relacionados con la vida del grupo, a saber: orígenes,
fisiología sexual, fertilidad, procreación, crecimiento, incesto,
leyes de matrimonio, leyes tribales de exogamia, alimentación,
migraciones, alianzas, delimitación de territorios, adaptación
ecológica, relaciones entre tribus, institucionalización de ritos,
fertilidad de los animales, astronomía, ciclo de las estaciones,
muerte. Aspectos estos que, memorizados en las estructuras del signo
y en manos de los chamanes, constituyen, respectivamente, la herencia
y la transmisión cultural.
Finalmente
esta hipótesis, que sugiere encontrar la procedencia y elección de
patrones simbólicos dentro de esos estados de espiritualidad
inducida y de absoluta inconsciencia, convierte a la zona
arqueológica de Punta del Este, en el más importante centro de
prácticas chamánicas de su género que se haya reportado en las
Antillas. Sus más de doscientos dibujos geométricos a dos tonos
-rojos y negro- así lo hacen ver.
Fuente:La
teoría alucinógeno y la creación de patrones simbólicos
aborígenes. José Ramón Alonso.
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