Dios modeló al hombre con
arcilla del suelo. (Génesis 2,7)
"Entonces el Señor Dios modeló al hombre con arcilla
del suelo y sopló en su nariz un aliento de vida. Así el hombre se convirtió en
un ser viviente".
Los minerales de la arcilla son filosilicatos de aluminio hidratados a veces con cantidades variables de hierro, magnesio, metales alcalinos, tierras alcalinas y otros cationes, son en general microscópicos. En la naturaleza son importantes componentes de la lutita y de los suelos. Se originan a partir de la meteorización o alteración hidrotermal de feldespatos, piroxenos y micas. También se le llama arcilla a algunos materiales plásticos y a partículas de tamaño igual o menor a 2 micrómetros que es el tamaño único o más común de los todos los minerales de arcilla.
Estos
minerales se constituyen en láminas de tetraedros con una composición química
general de Si2O5 donde cada tetraedro (SiO4)
esta unido en sus esquinas a otros tres formando una red hexagonal. Aluminio y
Hierro pueden parcialmente reemplazar la estructura por Silicio. Los oxígenos
ubicados en el ápice de los tetraedros de estas láminas pueden al mismo tiempo
formar parte de otra lámina paralela compuesta de octaedro. Estos octaedros
suelen estar coordinados por cationes de Al, Mg, Fe3+ y Fe2+. Más
infrecuentemente átomos de Li, V, Cr, Mn, Ni, Cu ó Zn ocupan dicho lugar de
coordinación.
El
análisis de las cantidades de silicio presente en el cuerpo humano ha sido
objeto de numerosos estudios y se ha ido precisando conforme a las técnicas de
medición.
Comúnmente
se encuentran algunos miligramos de silicio por cada 100 gramos de tejido
humano. El silicio se encuentra notablemente en el tejido conjuntivo, en la
aorta y en los vasos sanguíneos, en los cartílagos, en el timo y las adrenales,
en el hígado, el bazo, el páncreas, la piel, las uñas, el cabello, etc.
Sin
embargo lo más importante no es la presencia cuantitativa del silicio sino la
manera como se presenta el silicio en nuestros tejidos, y el rol potencialmente
básico que juega en nuestro organismo. Investigaciones recientes realizadas en
los EEUU, han llevado a formular la tesis de que en condiciones especiales el
silicio podría comportarse de forma similar al carbono. Como todos sabemos la
química del carbono es la base de la vida y este constituye un compuesto básico
para los seres humanos. La tecnología química moderna ha logrado crear
compuestos poliméricos del silicio casi idénticas a las proteínas lo cual
permite establecer, al menos teóricamente, que a partir del silicio pueden
originarse formas vivas.
Después
de todo, y a pesar de nuestra soberbia, redescubrimos en el presente muchas
cosas conocidas ya en el pasado. Comprobamos que los antiguos no eran
estúpidos, como muchos actualmente de forma ignorante piensan. En muchos casos
llegaron por otros métodos, hoy vetados al hombre moderno que ha perdido su
conexión con el cosmos, a conclusiones sorprendentes. Las más importantes las
transmitieron veladamente, de forma que sólo el sabio pudiese recoger su
verdadero sentido.
Una inteligente decisión tomada por hombres inteligentes de entonces, muy al
contrario de lo que sucede en la actualidad, cuando se pretende que todos somos
iguales por decreto democrático, y por tanto podemos aspirar todos por igual a
todo, sin tener en cuenta ni la inteligencia, ni la capacidad, ni los
merecimientos de cada uno, (cuando en verdad la realidad es muy distinta: El
conocimiento verdadero sólo es buscado decididamente por un pequeño grupo de
hombres en cada generación, que están dispuestos a realizar sobre sí
mismos los sacrificios que conlleva merecer la comprensión verdadera).
Un grave error, el de ahora, que pervierte y desvirtúa el Conocimiento (con
mayúsculas) por parte de aquellos que conocen solo verdades a medias, y que presentan como grandes descubrimientos, entorpeciendo así la labor de
los que conocen realmente, y extraviando a muchos otros de su verdadero camino.
No hay comentarios:
Publicar un comentario