26/11/15

CONTAMINACIÓN LUMÍNICA

La sede coruñesa del Museo Nacional de Ciencia y Tecnología ha inaugurado la exposición “El lado oscuro de la luz: contaminación lumínica”. La muestra ha sido producida por el Museo de la Ciencia y el Agua del Ayuntamiento de Murcia, con la colaboración de FECYT a través de su Convocatoria de Ayudas para el Fomento de la Cultura Científica y de la Innovación, la asociación contra la contaminación lumínica Cel Fosc y la Universidad de Murcia.

La exposición, que llega al Museo coincidiendo con “El Año internacional de la luz” declarado en 2015, explica el problema de la contaminación lumínica, sus causas físicas y sus consecuencias en la biodiversidad, el gasto energético, la salud humana y el conocimiento científico y cultural. Además, aporta posibles soluciones y fomenta la participación ciudadana. Asimismo procura concienciar a los visitantes sobre la necesidad de devolver a nuestro cielo nocturno la nitidez y el brillo perdidos.
En la muestra se expone instrumental de investigación óptica y astronómica de gran valor histórico perteneciente a los fondos del MUNCYT: Ojo artificial (1785-1810), Prisma triangular con pie (1860-1875), Aparato de Silbermann (1860-1880), Globo celeste (1621-1631), Sistema óptico de tres lentes (1910-1940) y Espectroscopio de visión directa (1875-1900).
La visita de “El lado oscuro de la luz: contaminación lumínica”, invita a un ameno recorrido organizado en cuatro ámbitos temáticos. Éstos nos permiten conocer los principios básicos de la luz y la visión. El visitante deberá dejarse guiar a través de la oscuridad para poder distinguir las señales luminosas del conocimiento.
La exposición incluye contenidos teóricos y experimentos prácticos, paneles de gran formato, maquetas interactivas y un ambiente inmersivo donde vivir de primera mano los efectos de la luz nocturna sobre el cuerpo humano.
Se ha realizado además una guía como recurso didáctico destinado a profesores y alumnos, ideado para que puedan profundizar en el aula sobre los contenidos de la contaminación lumínica. Las actividades que contiene esta guía para alumnos de Primaria, Secundaria y Bachillerato, pretenden afianzar algunos de los conceptos presentes en las unidades didácticas escolares.

Se puede descargar el dossier de la exposición, la guía didáctica y el catálogo en la web del MUNCYT www.muncyt.es o en la parte superior derecha en esta misma página.
Ver fotos de la exposición en el álbum de Flickr de MUNCYT.


20/11/15

METANO ATMOSFÉRICO

Descubren que las cuevas actúan como sumideros del metano atmosférico. Los resultados obtenidos podrían ayudar a desarrollar un método eficaz para reducir el volumen de metano atmosférico.

Investigadores del Museo Nacional de Ciencias Naturales (MNCN-CSIC) han comprobado que el metano (CH4) desaparece en los entornos subterráneos con un elevado grado de humedad ambiental como las cuevas, es decir, actúan como sumideros contribuyendo al descenso de la concentración de metano en la atmósfera. Los resultados, que aparecen publicados en la revista Nature Communications, podrían conducir al desarrollo de vías rentables para mitigar las emisiones de este gas de efecto invernadero y, por lo tanto, el calentamiento global.

Tras el CO2, el metano es el gas de efecto invernadero más abundante de la Tierra. "Aún hay gran incertidumbre respecto a la diversidad de las fuentes y sumideros de metano existentes, así como sobre su evolución a lo largo del tiempo", comenta Ángel Fernández-Cortés, investigador del MNCN y Marie Curie Fellow en Royal Holloway (Universidad de Londres).
"Hemos detectado que tanto las cuevas como otros ambientes subterráneos como los túneles, actúan como sumideros y que los resultados son extrapolables a otros enclaves de la zona vadosa (la que está por encima del nivel freático) con rocas porosas o fisuradas conectadas con la atmósfera exterior".

"Descubrimos este fenómeno cuando estábamos estudiando el comportamiento del dióxido de carbono en relación a otros gases como el radón o el metano en la Cueva de Altamira. Al analizar las mediciones detectamos que el metano atmosférico desaparecía al entrar en la cueva el aire exterior", cuenta el investigador del MNCN Sergio Sánchez-Moral.
Para desarrollar este trabajo, el grupo de investigación ha tomado muestras en diferentes cavidades de la zona vadosa. En concreto, han monitorizado 7 cuevas y otros entornos subterráneos como los túneles de Oporto. Asimismo, tomaron muestras en diferentes épocas del año y en ambientes y ecosistemas diversos.
"Hemos analizado más de 1.000 muestras de aire externo, del suelo y del subsuelo que prueban que la concentración de este gas disminuye llegando a incluso a desaparecer por completo. Se trata de un proceso general de oxidación que, aparentemente, es muy rápido y actúa a escala horaria".

Hasta ahora se sabía que el metano desaparece de la atmósfera principalmente por la fotooxidación que, en presencia de vapor de agua, produce la luz ultravioleta en la troposfera, a través de la oxidación de las bacterias metanotrofas del suelo y por su salida a la estratosfera.

"Ahora sabemos que también los ambientes subterráneos actúan como sumideros naturales de este gas. Además, hemos comprobado que la oxidación por bacterias metanotrofas, las que lo eliminan en el suelo, no es el principal mecanismo de eliminación en los ambientes subterráneos, ya que los análisis de las muestras, que han realizado en el Instituto de Recursos Naturales y Agrobiología de Sevilla, también del CSIC, evidencian que no están presentes en cavidades como la de Castañar de Ibor (Cáceres), donde la concentración de metano es nula durante todo el año", explica Soledad Cuezva investigadora vinculada al MNCN.

"Creemos que la desaparición del gas está relacionada con un fuerte grado de ionización del aire en las cavidades pero todavía tenemos que investigar que reacción química se produce para que sea eliminado. Asimismo debemos cuantificar el efecto para incluirlo en los balances globales de metano", concluye Fernández Cortés.

15/11/15

ARQUEOLOGIA DEL CIELO

Hubo un tiempo en el que los habitantes del Sur de la Península Ibérica adoraban al Sol y a Venus, a quienes identificaban con su dios Baal y su diosa Astarté. Hoy sabemos que este culto de origen fenicio podría haber tenido más arraigo del que se pensaba, quizá porque la propia presencia fenicia en la época (cinco siglos entre el año 1.000 y el año 500 a.C.) era mayor de la que se cree.
 
Astrónomos del Instituto de Astrofísica de Canarias y arqueólogos de la Universidad de Sevilla han presentado un estudio en el que defienden que al menos cuatro santuarios protohistóricos del sur de la Península apuntan a un mismo punto en el cielo, hacia un acimut de 55 grados. Es la parcela celeste que ocupa Venus a primera hora de la mañana, cuando se gana así su nombre de Lucero del Alba.

En su investigación Arqueología del cielo. Orientaciones astronómicas en edificios protohistóricos del sur de la Península Ibérica, el astrónomo César Esteban y el catedrático de Prehistoria y Arqueología de la Universidad de Sevilla José Luis Escacena han analizado seis santuarios y posibles centros de culto en suelo ibérico, cuatro de los cuales se remontan al Hierro Antiguo entre los siglos IX a VI a.C. y dos al Hierro Reciente entre los siglos V a IV a.C. Todos se erguían en el Valle de Guadalquivir excepto uno, el del yacimiento arqueológico de El Oral, que estaba en la desembocadura del río Segura, en lo que hoy es la provincia de Alicante.
El resultado más llamativo de su trabajo de arqueoastronomía, explican los autores, es que la orientación de elementos relevantes de cuatro de las estructuras arquitectónicas es idéntica dentro de los errores aceptables de las medidas tomadas con un acimut representativo de alrededor de 55°.
 
El hallazgo, "parece indicar la existencia de un patrón de orientación bien definido en todos estos complejos arquitectónicos" que no acabó de cuadrar, sin embargo, con sus primeras especulaciones científicas, que solo comprendían al sol y la luna como objetos de interés ritual. El lugar al que apuntaban los templos, "no coincidía con puntos singulares de la órbita de los dos astros".
Sí lo hace Venus, en cambio, aunque siempre teniendo en cuenta que la relación entre su órbita alrededor del Sol y la terrestre impone una pequeña variación constante en su posición celeste.
"Es posible que, en la precisión que estamos pidiendo a los edificios religiosos antiguos para establecer relaciones astronómicas claras, seamos más exigentes que en la requerida por sus propios constructores para los rituales de la época", explican los autores, que advierten de que las orientaciones celestes que los arquitectos y sacerdotes buscaron para sus templos y altares podrían ser solo aproximadas, al primar lo simbólico sobre la exactitud matemática. "También hoy, cuando disponemos de sofisticados aparatos que pueden procurarnos una enorme precisión, los templos cristianos de cualquier ciudad se adaptan en ocasiones más al viario urbano preexistente que al dogma religioso estricto", recuerdan. "La fuerza del símbolo se impone sobre la pulcritud de la medida".
El estudio de Esteban y Escaceda tiene en cuenta no solo la dirección de las áreas sagradas de los edificios, sino que también analiza el horizonte que les rodea hoy y el que se cree que tenían en la época, caso de que difiera, lo que introduce la posibilidad, contemplada por los propios autores junto a la venusina, de que los edificios buscasen además la salida y puesta del sol en los solsticios. Esto sugeriría además el culto al dios fenicio Baal, pareja masculina de la diosa Astarté, y quizá la consagración doble de algunos de los templos, una singularidad de la que se tiene noticia en otros ejemplos del Mediterráneo.

Aunque los restos arqueológicos más antiguos de la ciudad datan del VIII a.C., algunas crónicas romanas sitúan la fundación de Gadir –hoy Cádiz– por parte de los tirios en algún momento entre los siglos XIII y XI a.C., lo que la convierte en la ciudad fenicia en Occidente más antigua de la que se tiene referencia.

Durante esa misma época floreció al sur de la Península Ibérica la cultura tartesia, de la que ya dieron cuenta los historiadores y narradores griegos –uno de los legendarios trabajos de Hércules, de hecho, fue matar a Gerión, un gigante tartesio que reinaba al sur de la Península– aunque fueron los fenicios quienes pusieron a Tartessos en el mapa del antiguo Mediterráneo al fundar Cádiz y Cartago, entre otras ciudades peninsulares. Los restos arqueológicos revelan que en la última época tartesia –esta cultura, de la que se conoce aún muy poco, desapareció a finales del siglo VI a.C. sin dejar rastro– sus habitantes incorporaron influencias egipcias y fenicias a sus modos de representación.
Por esta razón, porque los términos de la convivencia histórica entre fenicios y tartesios nunca han estado del todo claros, José Luis Escacena advierte en su estudio de un axioma entre los expertos que invita a pensar en "fenicios en la costa / tartesios en el interior" que el experto invita a superar. A la hora de analizar los restos legados por los antiguos pobladores de la zona "todo lo de sabor oriental localizado en las tierras andaluzas no litorales se interpretaba como reflejo de la orientalización del mundo indígena, nunca como la presencia directa de colonos semitas", critica.

Hoy esta tesis cambia poco a poco y muchos dan por segura la condición fenicia de yacimientos arqueológicos como el de la antigua Caura –en Coria del Río, Sevilla–, aunque otros siguen rodeados de misterio y atribuidos por muchos –quizá erróneamente– a los tartesios. Es el caso del santuario del Carambolo en Camas, en el que la tradición historiográfica que cuenta con más partidarios ha visto un poblado tartésico de fondos de cabaña circulares u ovales, es decir, un asentamiento indígena fundado antes de la colonización fenicia.
Sin embargo, el hallazgo allí del célebre tesoro homónimo en 1958 –con 21 piezas de oro macizo, entre otros restos, que formaban parte de un ajuar funerario ritual–, recondujo los investigadores a la conclusión de que lo que existió allí fue un centro consagrado a los dioses Baal y Astarté, de origen fenicio. Las conclusiones del estudio de Esteban y Escacena vendrían a reforzar la tesis, que demostraría que la presencia fenicia en el interior de la Península –y quizá su competencia en la aparición de ciudades cuyo origen preciso se desconoce, como Sevilla– fue mayor de la que creyeron los primeros historiadores modernos.
 
Si algo ya han demostrado los estudios de ambos expertos, sin embargo, es el valor inapelable de la astronomía en los estudios arqueológicos e históricos en suelo ibérico. "El papel de la arqueo-astronomía tiene cada vez una mayor aceptación a nivel académico", sostienen en su estudio, y aunque la disciplina cuenta en España con una trayectoria breve, también lo hace "con un grado de desarrollo y aceptación completamente equiparable a los de nuestro entorno europeo". Queda mucho por hacer y su estudio, aseguran, no forma parte más que del principio. "Los aspectos astronómicos del mundo religioso y funerario del Hierro Antiguo hispano aún han sido escasamente investigados".


9/11/15

LAS ESFERAS DE AMECA

La Sierra de Ameca (México), nos ofrece a vista de pájaro una espectacular imagen. Casi un millar de esferas de piedra de hasta 20 toneladas ocupan las laderas de sus cerros. Durante años, de su existencia solo sabían los nativos de la zona. A mediados de los sesenta un norteamericano las descubrió. Desde entonces las esferas han captado la atención de geólogos y vulcanólogos, que siguen sin ponerse de acuerdo sobre su misterioso origen.
 

3/11/15

EL CIRCULO INDIO

El círculo y otras enseñanzas místicas de los nativos americanos.

El círculo probablemente es el símbolo místico más usado por los indios americanos. El conocimiento del círculo permitió a los indios penetrar más allá del velo de la ilusión sensorial, delinear la conciencia humana y obtener un entendimiento holístico de su entorno. El círculo proporcionó discernimiento profundo sobre la naturaleza del Ser y los ayudó a lograr una unidad de la mente en forma sistemática. El misticismo de los indios americanos tiene mucho que ofrecernos hoy en día. Como una guía para el entendimiento personal, es tan universal en nuestra época, como lo fue hace cientos de años.

Las primeras enseñanzas místicas dada a los niños indios se refieren a la percepción y a la ilusión. Un maestro y un grupo de jóvenes indios pueden ir a orar y sentarse en círculo. Cada niño describe el juego de luz sobre la pluma de un águila colocada en el centro de un círculo. Descubren que hay tantos modos de percibir la pluma como hay un puntos en el círculo. Los niños también aprenden que las percepciones individuales son mucho más complicadas que solo la posición en el círculo.
Un indio puede ser corto de vista mientras otro puede ser hipermétrope. Muchos están a la mitad. Algunos pueden ser daltónicos y otros estar completamente ciegos. Todos perciben la pluma de una manera distinta debido a diferencias individuales en sus sentidos.

Aún a otro nivel, el psicológico, cada indio ve la pluma en forma única. A un indio puede ayudarle a hacer tocados de plumas para el jefe, otro puede ser alérgico a las plumas y un tercer indio puede mostrarse indiferente respecto a las plumas.
Mediante este simple ejercicio con el círculo, los indios enseñaban a sus niños que existe un número ilimitado de formas de percibir cualquier cosa. Toda percepción sensorial es ilusoria. Lo que es importante, no es la naturaleza real de lo que se percibe, sino el entendimiento de nuestras percepciones y las de nuestros hermanos y hermanas.
Este círculo o Rueda de la Medicina como es llamado, es el Universo Total y puede ser entendido como el espejo en el que la consciencia del hombre se refleja.
El Universo es el Espejo de la Gente, dicen los viejos maestros... y cada persona es un Espejo para toda persona.
Cada idea, persona y cosa puede ser vista como un espejo que da al hombre la oportunidad de descubrirse a sí mismo, si éste desea ver su propio reflejo.

LOS PODERES

El misticismo de los indios americanos enseñaba que cada cosa dentro de la Rueda del Universo, excepto el hombre, sabe acerca de su armonía con todas las otras cosas. Sólo el hombre nace con una perspectiva fragmentada del mundo. Para lograr la armonía debe procurar entender su propio reflejo en los Cuatro Grandes Poderes de la Rueda de la Medicina.

A los indios se les enseñaba que al nacer cada persona está dotada con por lo menos uno de los Cuatro Grandes Poderes: sabiduría, inocencia, iluminación o introspección. El propósito de la existencia espiritual del hombre es obtener los Dones restantes y llegar a ser una persona completa.
Los indios simbolizaron cada don mediante una dirección cardinal, el reflejo de un animal y un color. Por ejemplo, existe Gente-Búfalo, Gente-Ratón, Gente-Águila y Gente-Oso.
Si visualizamos entonces un círculo con un cruz interna, observaremos como se configuran en él, estos cuatro puntos cardinales de la siguiente manera:
NORTE
  • Gente-Búfalo
    • Sabiduría
    • Blanco
SUR
  • Gente-Ratón
    • Inocencia
    • Verde
ORIENTE
  • Gente-Águila
    • Iluminación
    • Amarillo
OCCIDENTE
  • Gente-Oso
    • Introspección
    • Negro

Una persona Búfalo nace con el don del intelecto. Su percepción del mundo es primariamente mental. Al igual que el viento del norte y la nieve; sin embargo, una persona Búfalo es fría. Su intelecto le hace una persona sabia, pero sin sentimientos. Una persona Búfalo debe tratar de incluir su corazón en sus decisiones. Primero debe buscar el don del Sur.

Una persona que nace sólo con el don del Sur, percibe el mundo como un Ratón. Debido a sus hábitos, los ratones tienen una relación de contacto y sentimientos íntimos con la Tierra., pero no pueden ver más allá de su visión inmediata.
La Gente-Ratón no puede entender todo lo que ve y siente porque no puede conectar sus experiencias con el resto del mundo. Una persona Ratón puede buscar primero el don del este, la visión hipermétrope del Águila.

La Gente-Águila puede ver claramente, por todas partes y el futuro. Aunque es muy perceptiva, entiende poco lo que ve. La Gente-Águila está por arriba de todas las cosas y rara vez toca la Tierra. Se relaciona principalmente con las experiencias externas y tiene poco conocimiento sobre el mundo interno. Una persona Águila debe buscar los dones del Norte, del Sur y del Oeste.

La Gente-Oso del Oeste es introspectiva. Tiende a repasar las mismas ideas una y otra vez en su mente. La Gente-Oso tiene la capacidad de ver dentro de sí misma, pero está tan ocupada con las realidades internas que fracasan en ver, entender y ponerse en contacto con el mundo exterior. Debe buscar los Poderes restantes para conseguir la armonía y el equilibrio.

Para determinar cuales de los Cuatro Poderes eran innatos y cuales se adquirían, los indios adultos evaluaban cuidadosamente el comportamiento de los niños y sus relatos sobre sueños y visiones.

Cuando el niño alcanzaba la adolescencia, los mayores tenían un entendimiento exacto de su lugar de origen en la Rueda de la Medicina. Construían un escudo representando el don de origen de la joven persona y los Poderes que debía buscar para llegar a ser una persona completa.
Esencialmente, el escudo era el mapa de la consciencia del joven que llevaba a todas partes y lo exhibía ante los otros para que lo vieran. De esta manera, los compañeros de búsqueda sabrían acerca de los Poderes y las debilidades inherentes de unos y otros y podían ayudarse mutuamente en su búsqueda espiritual.

Los escudos unieron a la gente india con una filosofía común y una meta común de vivir en armonía con todas las demás cosas en el Universo.
Los indios americanos descubrieron la universalidad del círculo debido a su estrecha relación con las fuerzas de la naturaleza. El símbolo del círculo les proporcionó un entendimiento holístico de su entorno físico y un sentido de inmortalidad.
Para el indio americano, todo lo que hace el poder del mundo es hecho en un círculo.
Alce Negro, un Hombre Sagrado de los Siux de Oglala explica:
El Cielo es redondo y he oído que la Tierra es redonda, como una pelota al igual que todas las estrellas. El viento, en su mayor magnitud da vueltas. Las aves hacen sus nidos en forma de círculos, para ellas es la misma religión que la nuestra.
El Sol aparece y desaparece también en círculo, la Luna hace lo mismo y ambos son redondos. Incluso las estaciones forman un gran círculo conforme cambian y siempre regresan nuevamente al sitio en el que estaban.
La vida del hombre es un círculo desde su infancia a otra y así es, en todas partes donde se mueve la energía. Nuestros tipis eran redondos y éstos, siempre se colocaban en círculo, el aro de la nación, un nido de muchos nidos, donde el Gran Espíritu se propusiera formar a nuestros niños.