17/5/19

ETIMOLOGÍA EGIPCIA (II)


Los egipcios llamaban a su país Kemet (la transliteración de kmt) que los egiptólogos europeos tradujeron por “la tierra negra”.
Se ha sugerido que la palabra árabe al-kīmiyaˀ significaba originariamente “la ciencia egipcia”, tomando prestada del copto la palabra kēm, que significa “carbonizado” en wolof, así alquimia era el “arte de Kemet”.
La palabra árabe kīmiyaˀ, sin el artículo, ha dado lugar a ‘química’ en castellano y otras lenguas, y al-kīmiyaˀ significa, en árabe moderno, ‘la química’.

El origen de la alquimia occidental puede situarse en el Antiguo Egipto. La metalurgia y el misticismo estaban inexorablemente unidos en el mundo antiguo. La alquimia, la medicina e incluso la magia eran aspectos de la religión en el antiguo Egipto y por tanto, del dominio de la clase sacerdotal. Según la tradición egipcia, el faraón Keops fue el más antiguo alquimista y el autor del primer tratado de alquimia.

La alquimia egipcia es conocida principalmente a través de los escritos de antiguos filósofos griegos (helénicos), que a su vez han perdurado a menudo sólo en traducciones islámicas. Prácticamente no se ha conservado ningún documento egipcio original sobre la alquimia. Estos escritos, probablemente se perdieron cuando el emperador Diocleciano ordenó la quema de libros alquímicos tras sofocar una revuelta en Alejandría, que había sido un centro de alquimia egipcia.

El decreto de Diocleciano, escrito en griego sobre el año 300, ordenaba quemar los antiguos escritos de los egipcios, que trataban sobre el arte de fabricar oro y plata.
No obstante, recientes expediciones arqueológicas han desenterrado evidencias de análisis químico durante los períodos Naqada, una herramienta de cobre fechada en esta época tiene rastros de haber sido usada. Además, el proceso de curtir pieles animales ya se conocía en el Egipto predinástico en tiempos tan antiguos como el VI milenio a.C.
Otras evidencias indican claramente que los primitivos alquimistas del Antiguo Egipto habían ideado pastas de yeso ya en el 4.000 a.C., morteros cimentantes hacia el 2.500 a.C. y el vidrio en el 1.500 a.C. La reacción química implicada en la producción del óxido de calcio es una de la más antiguas conocidas: CaCO3 + calor ⇒ CaO + CO2.
En el Antiguo Egipto se produjeron cosméticos, fayenza y también pez para la construcción naval. El papiro se había inventado hacia el 3.000 a.C.

La leyenda cuenta que el fundador de la alquimia egipcia fue el dios Toth, llamado Hermes-Tot o Hermes Trimegisto por los griegos, escribió los llamados cuarenta y dos Libros del Saber, abarcando todos los campos del conocimiento. El símbolo de Hermes era el caduceo o vara con serpientes, que llegó a ser uno de los muchos símbolos principales de la alquimia.

Los papiros de Leyden y de Estocolmo, es el manuscrito conocido más antiguo sobre la Alquimia. Sería uno de aquellos viejos tratados quemados por Diocleciano, y dicen los cronistas, que los egipcios no pudieron enriquecerse por este arte y extraer conocimientos que les permitieran revelarse contra los romanos.
El papiro se encontró en una tumba de Tebas, y fue parte de una colección de antigüedades egipcias recogidas por D’Anastasi, vice-consul de Suecia en Alejandría, que fueron vendidas en 1.828 al Gobierno de los Países Bajos. Marcelin Berthelot hizo una traducción con comentarios de este papiro en su “Introducción a la química de la época antigua y edad Media”.

El Papiro de Leyden y el Papiro de Estocolmo fueron escritos en griego alrededor del siglo III, en Tebas, Egipto. Fueron conservados en sus respectivas ciudades en forma de códice. El códice conservado en Estocolmo dispone de 159 artículos y el de Leyden de 99. Los dos papiros fueron originalmente parte de un mismo texto. Probablemente provienen en parte, de las recetas de Bolos de Mendes, el Pseudo-Demócrito.
Estos documentos son importantes para la historia de la química, pues mencionan recetas relacionadas con conocimientos muy antiguos y sobre varias sustancias conocidas antes o en aquella época. Por ejemplo:

En el papiro de Leyden:
Preparación del púrpura11: Rompa piedra de Frigia en pequeños trozos, llévelo a hervor y sumerja la lana dejándola hasta que se enfríe. Entonces eche en el recipiente una “mina”12 de algas, vuelva a hervir, saque la lana y vuelva a sumergir. Luego deje enfriar y lave con agua de mar hasta que quede una coloración púrpura. La piedra de Frigia debe tostarse antes de partirla.

En el papiro de Estocolmo:
Púrpura: Tueste y hierva un trozo de piedra de Frigia. Coloque la lana en el recipiente caliente hasta que se enfríe. Retírela. Ponga en otro recipiente “orseille” (lana de mar o algas) y amaranto, una mina de cada uno, hierva. Coloque la lana en el recipiente y deje que se enfríe.

También se encuentra: Cómo purificar y endurecer el plomo, estaño y otros metales conocidos en la época; Cómo hacer más pesados los metales preciosos: oro y plata; Cómo fabricar tinta dorada (oro y mercurio) y coaliciones de metales.
Ya que los metales preciosos no estaban disponibles en cantidades suficientes, es lógico pensar que en Egipto, por ejemplo, los artesanos y sacerdotes fabricaban, sin intención necesariamente fraudulenta, objetos de lujo o culto imitando el oro, la plata, piedras preciosas, y cristales de colores mucho más baratos que los materiales originales.


6/5/19

ETIMOLOGÍA EGIPCIA (I)


En la época de los faraones, las palabras Egipto y Egipcio no existían en la lengua de los habitantes del Valle del Nilo, el término Egipto fue usado por primera vez por los griegos. Es Homero quien hablando de Tebas, lo llamó con el nombre de Egipto.

El profesor senegalés Babacar Sall escribe en su libro Racines ethiopiennes de l’Egipte ancienne (Raíces etíopes del egipto antiguo)… "el término Egipto deriva del griego Aegyptos utilizado para nombrar el país de los faraones incluso a la famosa ciudad de Tebas".
Según A. Gardener, el término Egipto no era griego en su origen. Es un derivado de la vocalización griega de la expresión faraónica HWT KA PTAH (el castillo del alma de Ptah) que se usaba para designar a Menfis en la parte oriental del delta del Nilo y la capital de Egipto durante el Imperio Antiguo (2.778-2.350 a.C.)

Cheikh Anta Diop, en “Naciones negras y culturas” dice: Sabemos que los egipcios llamaban a su país Kemit o Kamit que quiere decir negro en lengua Egipcia, interpretación que se designaba a la tierra negra de Egipto y no a las personas negras, la raza negra y el país de los negros.
Los egipcios representaban a sus dioses en color negro carbón como ellos, nunca olvidaron sus orígenes y lo han expresado en sus obras artísticas, en su literatura, en todas sus manifestaciones culturales, en sus tradiciones y en su lengua, hasta tal punto que su país ha sido análogamente designado con su propio color “Kamit” que se confunde con el Cam de la Biblia, ancestro de los negros.
Comprendemos que los egipcios pintaban a sus dioses de negro como su raza desde el principio al fin de su historia, el negro ha sido siempre el color de Isis y Osiris en los monumentos Egipcios. Un Egipto negro que ha civilizado al mundo. Kemit (negro) el nombre del antiguo Egipto en las lenguas negros africanas.

Cheikh Anta Diop entendió muy pronto la importancia de la lengua. La lengua crea los conceptos en función de las necesidades de un grupo. Entonces es posible conseguir referencias irrefutables. Aquí vemos algunos ejemplos ilustrados del uso de la palabra Kmt en egipcio antiguo y en Wolof, idioma hablado en Senegal.

En egipcio: Kem = negro, devenir negro, oscuro.
En Wolof: Khem= carbonizado, quemado, se usa para todo lo que ha sobrepasado el punto cocción.
En egipcio: Kemit= los negros, los Egipcios.
En Wolof: Kheum-it = lo que queda del carbonizado, el quemado.

Kmt: Los egipcios, los negros, literalmente es el término más completo para designar a la negrura en la lengua faraónica.
Es un conjunto que se forma poniendo el adjetivo “negro” en femenino singular seguido del determinativo compuesto del hombre, de la mujer y de las tres rayas verticales del plural. Se trata de una regla de gramática precisa para los nombres colectivos. Dicho de otra manera, si al revés quisiéramos traducir la palabra “negro” el único término valido sería este, cualquier otro sería gramaticalmente erróneo.
(pag. 92 y 347) Le papyrus dit de Kahum (Source: F.LI. Griffith, Hieratic Papyri from Kahum and Gurob, plate volume, 3, 3.5).

Continuará...