27/5/15

CAMPOS MAGNÉTICOS

Los campos magnéticos podrían originarse en las distorsiones del espacio-tiempo.

A pesar de que los investigadores saben como crear y manipular campos magnéticos, así como utilizarlos para una gran variedad de aplicaciones, que van desde computadoras hasta tarjetas de crédito, todavía no existe una teoría universal que demuestre de que forma se originaron.
Sin embargo, dos físicos han presentado un trabajo en el que muestran cómo los campos magnéticos podrían ser el resultado de las distorsiones del espacio-tiempo. El descubrimiento puede ayudar a una mejor comprensión de los grandes sistemas físicos.
Un campo magnético es un campo de fuerza creado como consecuencia del movimiento de cargas eléctricas (flujo de la electricidad). Se suelen representar mediante “líneas de campo magnético” o “líneas de fuerza”.

Los científicos han propuesto algo totalmente novedoso, plantearon un nuevo mecanismo de generación de campos magnéticos basado en las distorsiones del espacio-tiempo ocasionadas por la relatividad espacial. Los autores han publicado los resultados de su investigación en Physical Review Letters.

El espacio-tiempo es la entidad geométrica en la cual se desarrollan todos los eventos físicos del Universo, de acuerdo con la teoría de la relatividad. Debido a que el universo tiene tres dimensiones espaciales físicas observables, es usual referirse al tiempo como la “cuarta dimensión” y al espacio-tiempo como “espacio de cuatro dimensiones”.


25/5/15

BURBUJAS DE RADIACIÓN

En 2010 el Telescopio Espacial Fermi revelaba en nuestra propia galaxia, una gigantesca estructura de la que no se tenía noticia alguna. Dos enormes “burbujas” de radiación gamma, de 25.000 años luz cada una, que parecen emanar del centro de la Vía Láctea y que se disparan simétricamente a ambos lados de su núcleo. Los sorprendidos astrónomos no saben aún cómo explicar su hallazgo, aunque sugieren que podría tratarse de los restos de una antigua erupción de rayos gamma del agujero negro super gigante que habita en el centro de nuestra galaxia.
Lo que hemos visto son dos emisiones de rayos gamma en forma de burbuja que se extienden al norte y al sur del centro galáctico -explica Doug Finkbeiner, astrónomo del centro de astrofísica Harvard-Smithsonian y el primero en reconocer la estructura-. Y no comprendemos completamente su naturaleza y su origen”.

La estructura abarca más de la mitad del cielo visible desde la Tierra, desde la constelación de Virgo hasta la de La Grulla, y podría tener millones de años de antigüedad. La investigación se publica en The Astrophysical Journal. Finkbeiner y su equipo descubrieron las extraordinarias burbujas de radiación procesando los datos públicos del Telescopio Espacial Fermi, el mayor detector de radiación gamma jamás construido. Diseñado específicamente para observar esta clase de emisiones, el Fermi intenta captar y estudiar las súbitas explosiones que, a pesar de que apenas duran unos segundos y pueden encontrarse a decenas de miles de años luz de distancia, son los fenómenos más energéticos de todo el Universo.

El descubrimiento parece indicar que, en algún momento del pasado, también el agujero negro central de la Vía Láctea, nuestro hogar en el espacio, provocó una de estas gigantescas explosiones. Basta recordar la que se produjo el 27 de septiembre de 2004, la mayor detectada hasta ahora, causada por un magnetar, un tipo poco común de estrella de neutrones, a más de 50.000 años luz de distancia. Aquel día y durante un breve instante, apenas un par de décimas de segundo, un invisible estallido de energía, equivalente a medio millón de años de iluminación solar, alcanzó la Tierra casi a la velocidad de la luz. A pesar de la distancia, muchos de nuestros satélites dejaron de funcionar al instante, y las capas superiores de nuestro mundo quedaron instantáneamente ionizadas por el súbito impacto de cantidades masivas de rayos gamma. La razón principal por el que estas dos gigantescas burbujas no se habían detectado hasta ahora es, aseguran los investigadores, la difusa “niebla de rayos gamma” que existe de forma natural a lo largo de todo el cielo y de la que resulta dificil aislar emisiones concretas. Esa “niebla” se produce cuando partículas subatómicas, viajando a velocidades próximas a la de la luz, interactúan con los rayos luminosos o el gas interestelar dentro de nuestra galaxia (ver el vídeo).

Pero el equipo de Finkbeiner ha conseguido poner a punto un modelo capaz de distinguir y aislar fuentes concretas de rayos gamma de la “niebla de fondo” reinante. Fue así cómo localizaron las burbujas. El origen, un misterio Los científicos tienen ahora ante sí la labor de averiguar cómo se formaron esas enormes estructuras. Las burbujas, aseguran, son mucho más energéticas que la “niebla de fondo” de rayos gamma de la galaxia. Y además tienen bordes muy bien definidos. Su forma, por último, sugiere que se formaron como resultado de una gran y relativamente rápida emisión de energía cuya fuente, sin embargo, aún es un misterio. Una de las posibles fuentes podría ser un chorro de partículas procedente del agujero negro supermasivo del centro de nuestra galaxia. Tales chorros resultan relativamente comunes y han sido observados en muchas otras ocasiones en galaxias lejanas. Se producen como una especie de reacción del agujero negro al absorber la materia circundante. Y aunque no existen evidencias de que en la actualidad tales chorros de partículas estén emanando del centro de nuestra galaxia, pudieron haberlo hecho en el pasado.

Las burbujas, sin embargo, también podrían haberse formado a partir de los gases sobrantes de un proceso masivo de formación estelar, algo que los astrónomos piensan que pudo suceder alrededor del centro galáctico en algún momento del pasado.
Fenómenos parecidos también han sido observados otras veces en zonas muy activas de galaxias distantes.



21/5/15

NUBE ANTIMATERIA

El 21 de agosto de 2009, un grupo de físicos que volaba en un avión de investigación atmosférica se introdujo por error en un violento frente tormentoso y se vio rodeado de repente por una nube de antimateria.
Desde entonces, los investigadores han tratado de salir de su asombro y comprender el extraordinario e inesperado fenómeno. Hoy, seis años después, y aunque siguen sin saber lo que ocurrió, aventuran algunas posibilidades en una reciente publicación en la revista Nature.

Joseph Dwyer, físico de la Universidad de New Hampshire, volaba junto a un grupo de colegas especializados en el estudio de fenómenos eléctricos cuando se produjo el turbulento e inesperado encuentro. Para realizar su trabajo, los investigadores habían montado un detector de partículas en un Gulfstream V, un tipo de jet muy utilizado por altos ejecutivos. Todo parecía transcurrir con normalidad a bordo hasta que el avión se colocó justo encima de una tormenta extremadamente violenta. Los pilotos giraron hacia lo que en su radar parecía ser la costa de Georgia. «Pero en realidad -recuerda Dwyer- era un frente tormentoso, y acabamos volando justo a través de él». El avión fue zarandeado violentamente y empezó a caer de forma repentina. «Realmente pensé que íbamos a morir», afirma Dwyer.
Pero durante aquellos minutos de angustia, los instrumentos empezaron a indicar algo más. El avión, de hecho, estaba rodeado por una «nube de positrones» (las partículas de antimateria opuestas a los electrones) que de ningún modo habría tenido que estar ahí.
 
La nube tenía aproximadamente dos kms. de extensión. Toparse de bruces con una nube de positrones sin que existan otros fenómenos físicos asociados (como por ejemplo una fuerte emisión de rayos gamma) es algo completamente desconcertante y que va contra nuestra comprensión de la Física. De hecho, el fenómeno no puede ser explicado por ningún proceso conocido.
Fue algo tan extraño, asegura el propio Dwyer, que le hemos estado dando vueltas varios años. En palabras del científico, el hecho de que, como salidos de la nada, el número de positrones a nuestro alrededor se incrementara súbitamente en más de un factor de 10 y formara una nube alrededor del avión es algo muy difícil de entender. Y realmente no tenemos una buena explicación para ello. 
Se sabe que, algunas veces, las tormentas producen destellos de rayos gamma muy energéticos, que pueden a su vez generar pares de electrones y positrones cuando interactúan con el aire. Pero la aparición de positrones debe, por fuerza, coincidir con un gran aumento en la cantidad de rayos gamma.
Deberíamos haber visto brillantes emisiones de rayos gamma junto a los positrones explica Dwyer. Pero lo único que observamos fue, primero, una nube de positrones, y después otra a unos siete kms. de distancia. Y solo después pudimos ver un brillante resplandor de rayos gamma. Lo cual no tiene ningún sentido.
David Smith, de la Universidad de California en Santa Cruz y coautor del estudio, afirma que «esperábamos que la tormenta produjera algunas formas de radiación, pero no esto. Ni siquiera sabemos si se trata de algo que la naturaleza puede hacer por sí misma o si sólo ocurre cuando se incluye un avión en la mezcla». 
 
En el Universo hay (materia oscura aparte) dos clases diferentes de materia: la normal y la antimateria, que son idénticas excepto por el signo de su carga eléctrica. Así, para cada partícula normal existe una antipartícula, que en el caso del electrón es el positrón. Cuando una partícula de materia se junta con otra de antimateria, ambas se aniquilan mutuamente en un destello de rayos gamma. Es, señala Dwyer, el mismo tipo de proceso que se supone que suministra energía a la nave Enterprise de Star Trek.
 
Tras haber estado donde no debía, Dwyer asegura que su experiencia «dentro del vientre de la bestia», aporta nueva información sobre el extraño y en gran parte aún desconocido mundo de las tormentas, un extraño universo de rayos gamma, partículas de alta energía que viajan casi a la velocidad de la luz y, ahora, también de extrañas nubes de antimateria.
Una posible explicación para la súbita aparición de positrones es que el avión mismo, de alguna forma, influyera sobre el medio eléctrico de la tormenta. Pero esto, según Dwyer, sería algo muy sorprendente. También sería posible que los investigadores detectaran algún tipo de descarga eléctrica exótica en el interior de la tormenta, una que implique la existencia de positrones. Es la idea de un “rayo oscuro” capaz de fabricar un montón de positrones, aventura el científico.
 
Es posible que lo que estábamos viendo fuera una especie de huella digital de un relámpago oscuro. Es posible, aunque tampoco esta explicación es del todo satisfactoria. Los rayos oscuros son una forma exótica de descarga eléctrica en el interior de las tormentas y que se producen en alternancia con los rayos normales. En un rayo oscuro, partículas muy energéticas son aceleradas y pueden producir positrones, que ayudan a descargar el campo eléctrico. Sin embargo, según reconoce Dwyer, realmente no sabemos muy bien cómo un rayo empieza a formarse, porque aún no comprendemos del todo el entorno eléctrico de una tormenta. Este fenómeno con positrones podría estarnos diciendo algo nuevo sobre cómo se cargan las tormentas y se forman los rayos. Pero nuestro hallazgo, sin duda, ha complicado las cosas porque no se ajusta a la imagen que se tenía hasta ahora sobre la naturaleza de estos fenómenos.

Fuente:http://mysteryplanet.com.ar/site/un-grupo-de-fisicos-tragado-por-una-misteriosa-nube-de-antimateria/

16/5/15

CULTURA ÍBERA

La arqueología corrobora la importancia de la mujer en la cultura Íbera.

El Servicio Provincial de Arqueología de la Diputación de Castellón (SIAP) ha corroborado, a través de los estudios que está realizando en la necrópolis de Los Cabañiles en Zucaina, el protagonismo que tenía la mujer en la creación y transmisión de los linajes en el siglo VII a.C. De esta forma, este hecho, que hasta el momento sólo se había podido confirmar en un yacimiento de Castellón (en la cueva sepulcral de la Costa Lloguera), constata el dominio que existía por la feminidad en la sucesión, formación y cohesión de un grupo social en la cultura íbera.

Cabe señalar que la necrópolis de Los Cabañiles en la localidad de Zucaina es una zona de enterramiento de sepulturas del tipo túmulo. Tiene como enterramiento principal y origen de ella, un túmulo donde se encuentran los restos cremados de una mujer. Los principales resultados de la investigación arqueológica apuntan a que en torno a esta sepultura femenina se iban adosando otras donde se depositaban los restos tanto de hombres como de mujeres, conformando una unidad sepulcral diferenciada.

La información que han proporcionado estos enterramientos indica que era una mujer la que daba origen a una élite social y, al igual que mientras esta mujer vivía se consideraba la unificadora y el origen del grupo, así como la procreadora de sus diferentes miembros que lo componían, después de la muerte la mujer continuaba dando unidad a sus descendientes, y por tanto a la élite social, manteniéndolos unidos entorno a ella en la necrópolis por tanto en la vida del más allá.
La necrópolis, a su vez, era un hito en el paisaje de la zona que daba a entender a quien por allí pasara que las personas enterradas y sus descendientes tenían derecho al control del territorio y de sus riquezas. Unas personas, tanto las vivas como las muertas, que descendían de un mismo origen, una mujer que había iniciado la élite social de ese territorio y las mantenía unidas tanto en la vida como después de la muerte.

Fuente: El Mundo

11/5/15

ISLAM Y DEMOCRACIA

El rechazo del pluralismo
Por Fernando Savater (El País - 10/03/2015)
Empecemos por decir que todas las religiones son compatibles con los usos democráticos: sean cuales fueren sus creencias, basta con que acaten la ley civil. Lo incompatible con la democracia es considerar la religión no como un derecho de cada cual sino como un deber de todos y en todos los campos, sea la educación, el arte, el pensamiento, la indumentaria, etc… 
Pero parece que hay religiones más difícilmente democratizables que otras, sea por razones históricas (los herejes y los incrédulos no han logrado relativizar su absolutismo social) o estrictamente doctrinales: su ideal de vida se opone al individualismo racionalista de la ciudadanía democrática. Este parece ser el caso del Islam y ayuda a entender por qué países muy diferentes (Marruecos, Indonesia, Arabia Saudita, Mali, etc…) que no tienen en común mas que el Islam como religión mayoritaria, guardan una relación tan problemática u hostil con el sistema democrático. Por supuesto, no estamos hablando ahora de terrorismo ni aberraciones parecidas, sino de incompatibilidades estructurales y mentales.
Para quienes somos legos en cuestión de teologías comparadas pero nos interesa el impacto social de cada una de ellas, resulta útil leer "El Islam ante la democracia" (ed. Pasos Perdidos) de Philippe d’Iribarne. Allí se expone el afán de certeza y unanimidad social que centra la creencia islámica, junto al rechazo como algo maléfico de la duda y el cuestionamiento polémico de los dogmas revelados y por tanto obligatoriamente compartidos. 
El debate vacilante y sujeto a disidencias como camino hacia la verdad no es visto como lo que dignifica la individualidad pensante de la persona sino como una amenaza disgregadora de la comunidad bien armonizada. “¿Cómo hacer compatible la fascinación por el sentimiento de certidumbre que alimenta la unanimidad de una comunidad, unida a la sombría visión de quien rompe esa unanimidad, con el lugar central que tienen la incertidumbre y el debate en un funcionamiento democrático?”.

En las sociedades mayoritariamente musulmanas existe un rechazo del pluralismo, tanto en ideas como en costumbres: es un valor menospreciado, práctica, teórica y psicológicamente. Y ese rechazo se ha agravado actualmente, cuando la influencia de radicales educados en Occidente ha denunciado como casi apostasía el eclectismo más acomodaticio de las comunidades tradicionales. Como bien dice D’Iribarne, “si creemos que todo movimiento de modernización conlleva necesariamente aceptar el pluralismo y valorar el debate, no podemos dejar de asombrarnos por la evolución del mundo musulmán”. Por ello, las formas de democracia que son tibiamente mejor aceptadas en tales países son las populistas que militan por la liberación de las masas, es decir las que consideran que el pueblo es un todo orgánico, y no las que ponen el acento en los derechos del individuo junto a los no siempre fácilmente armonizables conflictos de intereses antagónicos.
Un serio obstáculo ideológico, desde luego, para la plena aceptación de la entraña incierta y polémica de la democracia. Pero ¿nos resulta tan ajeno hoy a quienes no somos musulmanes? ¿Acaso no vemos también en las democracias europeas inflarse con otras justificaciones el afán de uniformidad del pueblo frente a sus enemigos depredadores, el odio a las discrepancias que rompen la hermandad sagrada, el rechazo a quienes desconocen o conculcan los rasgos de identidad prefabricados para “ser de los nuestros”, los creyentes elegidos?

7/5/15

TERREMOTO DE NEPAL

El terremoto de magnitud 7,8 que sacudió Nepal el pasado 25 de abril dejando más de 7.500 muertos y 14.000 heridos alteró la atmósfera de la Tierra, según ha revelado la NASA.

El terremoto creó ondas de energía que penetraron en la atmósfera superior de la Tierra en las proximidades de Nepal, alterando la distribución de electrones en la ionosfera.
Dichas perturbaciones fueron controladas usando señales transmitidas por el Sistema de Posicionamiento Global (GPS) que fueron recibidas por un receptor situado en una región vecina a Nepal, explica la agencia espacial en una nota publicada en su página web.
Las mediciones de perturbación, conocidas como contenido total de electrones vertical (representadas en azul en el gráfico) han sido filtradas mediante el software de procesamiento desarrollado por el Laboratorio de Propulsión de la NASA Jet, en Pasadena, California, que muestra las perturbaciones de onda (en rojo) en la distribución de electrones en la ionosfera.

Los científicos creen que los datos que poseen les pueden ayudar a desarrollar nuevos modelos de propagación de ondas, que podrían incluirse en futuros sistemas de alerta temprana contra tsunamis y otros desastres naturales difíciles de predecir.
La NASA, además, ha logrado capturar la primera imagen de Nepal tras el terremoto. Los científicos la compararon con otra imagen de hace un año y descubrieron la magnitud de la catástrofe en la localidad de Langtang, parte de la aldea "desapareció", fue sepultada por una gran avalancha de rocas, polvo y hielo; y el río parece bloqueado.
Además, señalaron que Langtang aún es vulnerable a eventos secundarios como deslizamientos de tierra, escombros y avalanchas.
en marzo, científicos de la Universidad Anglia Ruskin, y del Instituto SETI, del Centro de Investigación Ames de la NASA en California, publicaron un estudio que demuestra que incluso los terremotos se pueden predecir por sus efectos en la ionosfera.
Para ello analizaron que en la zona sobre el terremoto de 7,0 grados Richter en 2011, en el Parque Nacional Yanachaga en Perú, dos semanas antes del evento comenzaron a registrarse ondas de radio de baja frecuencia alteradas. Estas ondas viajan por la ionosfera.

Una fluctuación particularmente grande se grabó ocho días antes del terremoto, y esto coincidió con una disminución significativa de movimientos de animales en esa área. Prácticamente desaparecieron.

La ionosfera juega un papel fundamental en la atmósfera terrestre. Es continuamente bombardeada por el viento solar que transporta partículas ionizadas del Sol. Logra amortiguar el impacto de las tormentas solares en la Tierra al recibir las eyecciones de masa coronal del Sol a toda velocidad. En esta capa ocurren las auroras, la explosión de meteoros y las nubes noctilucentes.
La ionosfera no solo es bombardeada por el viento de nuestro sistema solar de Ors, también por el sistema de Pléyades y su Sol central Alcyone que se acerca a nuestro sistema y es mil veces más poderoso que nuestro Sol.