23/8/19

LOS FOSFENOS (IV)


La idea de Pedro Rivas (1993) respecto al hecho de que las semejanzas simbólicas que se aprecian en la "decoración" de los objetos Tucano (Colombia), las de los aruacos prehispánicos (Antillas), los petroglifos de Punta Cedeño (Venezuela) y como hemos visto, las pictografías de Punta del Este (Cuba), reflejan el posible uso de los mismos alucinógenos (en contextos y bajo interpretaciones culturales disímiles), más que la definición de esos rasgos, como consecuencia de hipotéticos antiguos contactos.

La sustitución de un patrón simbólico por otro (modalidad de composición concéntrica por modalidad de composición simétrica bilateral) que se aprecia en Punta del Este, también puede encontrar su explicación en la sustitución de un alucinógeno por otro. Cambio que, si bien pudo responder a razones histórico-culturales, implicó alucinaciones visuales mediante la aparición de nuevos criterios simbólicos.

Otra información de Dolmatoff permite profundizar, en teoría, en la génesis de los dibujos de Punta del Este. Según este antropólogo, él pudo definir que las alucinaciones visuales inducidas por las drogas indígenas consisten, fundamentalmente, en imágenes luminosas que responden a "dos categorías de fenómenos".
Por un lado, la persona recibe aquellos elementos brillantes, geométricos, que antes se han descrito y que responden al nombre científico de "fosfenos".
Por otro lado, la persona ve imágenes figurativas, imágenes pictóricas. Aparecen grandes manchas de colores que se mueven como nubes tempestuosas y de ellas emergen formas difusas, que pueden ser interpretadas como gente o animales, o seres monstruosos. Estas manchas de colores, que en dependencia del sustento cultural de la persona o del chamán interpreta de una u otra forma, se convierten en la base de datos visuales que, presumiblemente, origina lo que he llamado Estilo o Arte Mural de Formas Rellenas o Entintadas y que caracteriza el arte rupestre de otras muchas cuevas pictografiadas del arco granantillano, pero que no encuentra su espacio en los murales de Punta del Este.
Pero si, como afirmara Dolmatoff, estas alucinaciones "figurativas" aparecen "en una fase avanzada de alucinación", ello apunta a dos consideraciones sobre el hecho de no hallarse este tipo de pinturas en Punta del Este: primero, o esta alucinación no se correspondería con el tipo de narcóticos que consumían los indios en Punta del Este o, segundo, los chamanes de Punta del Este tenían un control sobre su estado alucinatorio, impidiendo con ello penetrar en estados alucinatorios más avanzados.

También Dolmatoff, a partir de la repetición de ciertos dibujos geométricos, pudo comprobar que los motivos basados en los fosfenos estaban codificados por los indios, y cada uno de estos motivos tenían el valor fijo de un signo ideográfico.

En Punta del Este, esa similar recurrencia de signos y de relación de forma y color que se establece entre los mismos, es lo que también me ha permitido confirmar la existencia de un sistema ideográfico de trascendente construcción.
Bien es cierto que estos mismos signos basados en los fosfenos pueden tener un significado totalmente distinto en otro contexto cultural. Ello impide hacer en Punta del Este las mismas lecturas simbólicas que hacen los indios tucano en sus ideogramas. Sin embargo, el hecho de que estas comunidades gentilicias presenten similar grado de desarrollo cultural, hace que sus requerimientos existenciales sean equiparables.
De modo que, y sin lugar a dudas, como en los dibujos tucano, las pictografías de Punta del Este también hacen referencia a aquellos aspectos relacionados con la vida del grupo, a saber: orígenes, fisiología sexual, fertilidad, procreación, crecimiento, incesto, leyes de matrimonio, leyes tribales de exogamia, alimentación, migraciones, alianzas, delimitación de territorios, adaptación ecológica, relaciones entre tribus, institucionalización de ritos, fertilidad de los animales, astronomía, ciclo de las estaciones, muerte. Aspectos estos que, memorizados en las estructuras del signo y en manos de los chamanes, constituyen, respectivamente, la herencia y la transmisión cultural.

Finalmente esta hipótesis, que sugiere encontrar la procedencia y elección de patrones simbólicos dentro de esos estados de espiritualidad inducida y de absoluta inconsciencia, convierte a la zona arqueológica de Punta del Este, en el más importante centro de prácticas chamánicas de su género que se haya reportado en las Antillas. Sus más de doscientos dibujos geométricos a dos tonos -rojos y negro- así lo hacen ver.

Fuente:La teoría alucinógeno y la creación de patrones simbólicos aborígenes. José Ramón Alonso.



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