En Feng Shui es de vital importancia
aprovechar la energía benévola y evitar la negativa, para ello lo mejor es reconocerlas.
Podríamos diferenciar 3 tipos de estados de la energía:
SHENG QI
El feng shui clásico utiliza la
denominación Sheng Qi para expresar la parte positiva y benéfica de esta
energía. Energía próspera. Fase fuerte pero positiva del Chi. Cuando nos afecta
agudiza nuestro pensamiento, aumenta nuestras oportunidades de progreso y
genera prosperidad. Se desplaza de forma lenta y ondulante; esta es la razón de
la utilización de formas curvas en los diseños arquitectónicos regidos por el
Feng Shui, ya que así facilitamos su recorrido.
SHA QI
Se utiliza el término Sha Qi para
definir a la energía Destructiva. Fase violenta del Chi, destructivo y dañino.
Disminuye nuestra vitalidad, ofusca nuestros pensamientos y altera nuestro
desempeño. Cuando afecta nuestro entorno puede acarrearnos problemas de salud,
desarmonía, carencias económicas y accidentes. El Sha Qi se mueve en línea
recta como un proyectil, debilita y afecta negativamente la salud, la vida
diaria y las relaciones entre las personas.
· diseños arquitectónicos muy rectos,
incluidos los pasillos
· entre puerta y puerta, o ventana y
ventana, puerta y ventana…
· las formas puntiagudas
· cantos de los muebles, bordes de
estanterías
· vigas de los techos y pilares, o
cualquier ángulo que apunte directamente sobre nosotros...
· los ruidos fuertes
· la suciedad
· los objetos que nos traen malos
recuerdos
· las plantas secas o enfermas
· las peleas y los malos sentimientos
SSU QI
Hay un tercer tipo de Qi, el Ssu Qi que
es el Qi estancado, sin circulación. Cuando la energía se bloquea, provoca mala
salud, estrés, bloqueo mental, depresión, en general afecta a casi todos los
ámbitos de la vida de las personas, entre las personas.
· Las esquinas de las habitaciones.
· Almacenes.
· Habitaciones con puerta pero sin
ventana.
· Cuartos donde rara vez se entra.
· Cuartos que permanecen vacíos durante
mucho tiempo.
· El desorden y estancamiento materializado
(papeleras llenas).
La forma más directa de saber si el Chi
que le rodea es propicio o no, es usar su propia sensibilidad y sentido común.
Un lugar con buen feng shui facilita que las personas se sientan bien y
experimenten armonía en sus vidas. Un lugar con mal feng shui, facilita la
enfermedad, la falta de entendimiento y el caos general por citar algunos
adjetivos. Piense en un río de caudal limpio y movimiento apacible, éste genera
a su paso Sheng Qi, piense en un cauce contaminado, estancado o turbulento Sha
Qi. Como los ríos, el Qi invisible se extiende por las direcciones, por las
formas y en los ciclos de tiempo.
En un grado más sutil, el tipo de Chi
que es bueno para alguien, puede que no lo sea tanto para usted, así ciertos
lugares, orientaciones, formas concretas, colores, etc. pueden ayudar a una
persona y dificultar la expresión de otra.
Fuente:
http://www.facebook.com/carlossosa.fengshui
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