El
magnetismo en la antigüedad.
El magnetismo se conoce desde hace muchos
siglos, pero es difícil saber cómo y cuándo se descubrió. Son muchas las
leyendas que han circulado sobre la llamada "piedra de imán. Una de ellas
es la del pastor Magnus, del que se dice que cuando iba con su rebaño por el
monte notó una fuerza que atraía su bastón de punta de hierro. La tracción era
tan fuerte que el bastón se quedó pegado a la roca y no pudo separarlo. Otra
leyenda muy extendida es la de la
isla de la montaña de imán que
atrae con gran intensidad a todos los barcos que pasan en su proximidad, hasta
que los atrapa y los destruye arrancándoles todos los elementos metálicos.
La realidad es que la piedra de imán existe y, hoy en día, la
conocemos con el nombre de magnetita. Parece que el termino magnetismo, procede
de la región de Asia Menor conocida con el nombre de Magnesia, en donde se cree
que fue encontrada por primera vez la piedra de imán. El primero en señalar sus
propiedades fue Tales de Mileto (siglo VI a. de C.) Y, ya, Platón (siglo IV a.
de C.) conoce que su propiedad puede transmitirse al hierro. También se cree
que el primero en encontrar una utilidad práctica para la piedra de imán fue el
general chino Huang Ti (siglo IV a. de C.) Que utilizó la piedra magnética
directamente para orientarse, pero sólo en Tierra.
La gran aplicación práctica de la piedra
magnética fue la imantación de barras metálicas a partir de las que se construyeron
las brújulas que se introdujo en Europa a través de los árabes.
En la antigüedad a la magnetita se le
atribuían muchas propiedades. Se decía que curaba el reumatismo y la gota y que
permitía hablar con los dioses. En el siglo XVI Paracelso intentó utilizar el
magnetismo para curar enfermedades, aunque no logro nada. Todos sus supuestos
éxitos se debieron al efecto placebo. Hoy en día también se nos intentan vender
pulseras magnéticas y otros artefactos como remedio para muchas dolencias,
aunque no hay ninguna constancia científica de sus ventajas.
El
estudio del magnetismo.
Como ya se ha dicho, Tales y Platón
describen los efectos magnéticos. Pero, parece que fue Empedocles (siglo V a.
de C.) el primero en tratar de encontrar una explicación a este fenómeno y
responder a la pregunta: ¿por qué atrae el hierro al imán? Para él, el hierro
es "empujado" hacia el imán porque produce emanaciones y porque el
imán es una sustancia porosa, de forma que el tamaño de los poros del imán
corresponde al de las emanaciones del hierro, así este es arrastrado tras las
emanaciones y atraído. Una explicación muy similar fue recogida por Lucrecio en
su De
rerum natura (siglo
I).
Se sabe que el primer estudio, con un
carácter científico, de la magnetita lo realizó Pierre Pelerin de Malicourt
(siglo XIII) conocido también como Pedro el Peregrino. Fue el primero en
definir los polos magnéticos y las leyes de la atracción y de la repulsión.
Posteriormente William Gilbert, en su
obra De
magnete (1600)
describió las propiedades de los imanes y fue el primero en considerar la Tierra como un gigantesco
imán para poder explicar así el funcionamiento de la brújula.
Magnetita
Se trata de un mineral
del grupo de los óxidos, mezcla de óxidos de hierro FeO.Fe2O3 que también puede representarse como
(Fe3O4). Cristaliza en el sistema cúbico, generalmente en
octaedros o rombododecaedros. Es un mineral muy denso, frágil, duro y con
propiedades ferromagnéticas, es capaz de atraer al hierro y al acero junto con
otros metales. Su color es pardo negruzco, con brillo metálico. Es una de las
principales menas de hierro.
En la antigüedad se la
conocía como piedra imán.
http://www.youtube.com/watch?v=pRGr8V-69nM&feature=relatedhttp://www.youtube.com/watch?feature=endscreen&NR=1&v=JpZqoVlf49I
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