Según la Administración Nacional
Oceánica y Atmosférica de EEUU, los vórtices polares son fenómenos climáticos que están siempre
presentes, áreas de aire giratorio sobre los dos polos, que se ubican en la
media y alta troposfera y en la estratosfera, y que se mueven a diferentes
velocidades. Gracias a ellos, el aire frío y denso se mantiene sobre los polos.
Son ciclones permanentes que se hacen más fuertes y amplios en los inviernos y
se debilitan durante los veranos. Múltiples factores climáticos hacen que ese
aire frío “encerrado” por el vórtice polar se libere repentinamente y descienda
hasta las capas inferiores de la atmósfera, provocando los estragos que padecen
ahora los habitantes del noreste de América del Norte.
Alex Deakin experto meteorólogo, cree que lo que
está sucediendo tiene más que ver con otro fenómeno que ocurre en lo alto de la
atmósfera: la corriente de chorro polar, un fuerte y estrecho flujo de aire
concentrado. El aire frío ha estado sobre Canadá desde hace varias semanas,
mientras que en Estados Unidos las temperaturas han sido relativamente suaves. Ese
contraste, explica Deakin, es lo que impulsa a la fuerte corriente fría que
mueve áreas de baja presión a través del centro de Estados Unidos hacia la
región de los Grandes Lagos y el noreste del país.
Esos sistemas de baja presión han producido las
grandes nevadas que se han visto. Pero detrás de las últimas de esas áreas de
baja presión, dice Deakin, viene el aire frío de verdad: los vientos glaciales
están haciendo descender el aire frío, que efectivamente proviene del polo. La
fuerza del viento sumada al aire extremadamente frío es la que está causando
problemas.
Las temperaturas de menos de -26 ºC se han visto
intensificadas en decenas de grados más allá del punto de congelación a causa
del viento, algo que supone un peligro para quienes salen a la intemperie: uno
puede congelarse en cuestión de minutos. La ola polar está dejando records
históricos, este martes, en Winnipeg, la capital de la provincia canadiense de
Manitoba, se registraron -34
ºC , pero a causa del viento helado, la sensación térmica
llegó a -47ºC .
No hacía tanto frío desde 1966, cuando los termómetros marcaron -40.6°C.
Además, y gracias a la corriente, el frío ya no
está confinado a la región de los Grandes Lagos, sino que se extiende hacia al sur
y llegará hasta Texas.
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