ESTANCIA
V
Los
Primeros fueron los Hijos de Yoga. Sus hijos, los hijos del Padre
Amarillo y de la Madre Blanca.
La
Segunda Raza fue el producto por brote y expansión, la Asexual
procedente de la Sin-sexo. Así fue, ¡oh Lanú! producida la segunda
Raza. Sus Padres fueron los Nacidos por sí mismos... Los Nacidos por
sí mismos, los Chhâyâs procedentes de los brillantes Cuerpos de
los Señores, los Padres, los Hijos del Crepúsculo.
Cuando
la Raza se hizo vieja, las Aguas antiguas se mezclaron con las Aguas
más recientes. Cuando sus Gotas se enturbiaron, se desvanecieron y
desaparecieron en la nueva Corriente, en la cálida Corriente de la
Vida. Lo Externo de la Primera se convirtió en lo Interno de la
Segunda. El Ala vieja vino a ser la Sombra nueva, y la Sombra del
Ala.
ESTANCIA
VI
Después
la Segunda desarrolló la Nacida del Huevo, la Tercera. El Sudor
creció, sus Gotas crecieron, y las Gotas se hicieron duras y
redondas. El Sol la calentó; la Luna la enfrió y la formó; el
Soplo la alimentó hasta su madurez. Desde la Estrellada Bóveda el
Cisne Blanco cobijaba a la gran Gota. El Huevo de la Raza futura, el
Hombre-Cisne de la Tercera ulterior. Primeramente macho-hembra, luego
Hombre y Mujer.
Los
Nacidos-por-sí-mismos fueron los Chhâyâs, las Sombras de los
Cuerpos de los Hijos del Crepúsculo. Ni el agua ni el fuego podían
destruirlos. (Sus hijos lo fueron).
ESTANCIA
VII
Los
Hijos de la Sabiduría, los Hijos de Noche, prontos para renacer
descendieron. Vieron ellos las formas viles de la Primera Tercera.
“Podemos elegir”, dijeron los Señores; “poseemos la
sabiduría”. Algunos entraron en los Chhâyâs proyectaron una
Chispa. Otros lo difirieron hasta la Cuarta. De su propio Rûpa
llenaron el Kâma. Los que empezaron se convirtieron en Arhats.
Los
que sólo recibieron una Chispa, permanecieron destituidos de
conocimiento; la Chispa ardía débilmente. Un Tercio permanecía sin
mente. Sus Jivas no estaban dispuestos. Estos fueron puestos aparte
entre las Siete. Se volvieron ellos de cabeza estrecha. En un Tercio
estuvieron preparados. “En estos moraremos”, dijeron los Señores
de la Llama (y de la Sabiduría Secreta).
¿Cómo
obraron los Mânasa, los Hijos de la Sabiduría? Rechazaron a los
Nacidos-por-sí-mismos. No están dispuestos. Desdeñaron a los
Nacidos del Sudor. No están completamente preparados. No quisieron
empezar en el primer Nacido del Huevo.
Cuando
el Exudado produjo al Nacido del Huevo, al doble, al potente, al
poderoso con huesos, los Señores de la Sabiduría dijeron: “Ahora
crearemos”.
La
Tercera Raza se convirtió en el Vâhan de los Señores de la
Sabiduría. Creó “Hijos de la Voluntad y del Yoga”, por
Kriyâshakti los creó, los Santos Padres. Antecesores de los Arhats.
ESTANCIA
VIII
De
las gotas de sudor, del residuo de la substancia, material procedente
de los cuerpos muertos de hombres y animales de la Rueda anterior, y
del polvo desechado, fueron producidos los primeros animales.
Animales
con huesos, dragones del océano y Sarpas voladoras fueron añadidos
a los seres que serpentean. Los que se arrastran por el suelo
adquirieron alas. Los de largo cuello en el agua se convirtieron en
los progenitores de las aves del aire. Durante la Tercera, los
animales sin huesos crecieron y se transformaron; se convirtieron
ellos en animales con huesos, sus Chhâyâs se solidificaron. Los
animales se separaron los primeros. Principiaron a engendrar. El
hombre duplo se separó también. Él dijo “Hagamos lo que ellos:
unámonos y hagamos criaturas”. Así lo hicieron.... Y aquellos que
carecían de Chispa, tomaron para sí enormes animales hembras.
Engendraron con ellas razas mudas. Mudos eran ellos mismos. Pero sus
lenguas se desataron. Las lenguas de su progenie permanecieron
calladas.
Engendraron
monstruos: Una raza de monstruos encorvados, cubiertos de pelo rojo,
andando a gatas. Una raza muda para guardar callada la vergüenza.
ESTANCIA
IX
Viendo
lo cual, los Lhas que no habían construido hombres, lloraron,
diciendo: “Los Amânasa han profanado nuestras mansiones futuras.
Esto es Karma. Habitemos en las otras. Enseñémosles mejor para
evitar males mayores”. Así lo hicieron... Entonces todos los
hombres fueron dotados de Manas. Vieron ellos el pecado de los sin
mente. La Cuarta Raza desarrolló el lenguaje.
El
Uno se convirtió en Dos; así también todos los seres vivos y
serpeantes que eran todavía uno, peces gigantescos, pájaros y
serpientes con cabezas de conchas.
Extracto:
La Doctrina Secreta – H.P. Blavatsky
Continuará...
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