24/7/19

LOS FOSFENOS (I)

                                                  Cueva de El Castillo


A pesar de que Altamira es la cueva con arte rupestre paleolítico más conocida de cuantas hay en Cantabria, existe un lugar mágico dentro del mundo prehistórico situado a poco más de 10 kms. de distancia, el Monte Castillo, en Puente Viesgo.
Esta elevación caliza, que vista desde la carretera que une Burgos con Santander presenta una sugerente forma piramidal, es uno de los lugares mágicos más antiguos de Europa, no en vano ha sido habitado durante 150.000 años.

Los chamanes, los hombres que hablaban con los espíritus, debieron percibir en el monte algo que ahora nosotros vagamente intuimos.
Se podrá argumentar que su disposición sobre el río Pas ofrecía un balcón magnífico para estar a resguardo y disponer de una perspectiva excelente de la riqueza natural del valle (caza y pesca abundante), pero seguro de que hay algún secreto más, por ejemplo, que todo el monte esté horadado por cuevas y galerías.

Las cuevas de El Castillo, La Pasiega, Las Monedas, Lago, Flecha y Castañera constituyen un mapa geológico y antropológico sin par.
Cinco de ellas tienen manifestaciones rupestres paleolíticas, siendo sin duda El Castillo la cueva más espectacular de todas, tanto por sus dimensiones, prácticamente una catedral prehistórica dada la altura que alcanzan su techo, asemejando las estalactitas y estalagmitas unas columnas que sostuvieran bóvedas de crucería de ensueño, como las 275 figuras pintadas en sus paredes.
La cueva fue descubierta en 1.903 por el estudioso Hermilio Alcalde del Río, y su riqueza pictórica puede rivalizar en cierto modo con Altamira.
Pero lo más sugerente, no son los caballos, los bisontes, los ciervos o las manos representados en sus paredes, sino las enigmáticas nubes de puntos y extrañas formas rectangulares que el chamán cavernario representó a lo largo de la gruta y para las cuales no hay explicación definitiva, y en este sentido la Teoría de los Fosfenos puede dar respuestas sobre estas representaciones simbólicas.

La palabra Fosfeno proviene de las palabras griegas fos (luz) y feno (mostrar). Los fosfenos inducidos por el movimiento o el sonido pueden estar asociados con neuritis óptica. También los fosfenos se pueden inducir directamente por estimulación mecánica, eléctrica o magnética de la retina o la corteza visual, así como por disparo aleatorio de células en el sistema visual.

Investigación antropológica.
En 1988, David Lewis-Williams y T. A. Dowson publicaron un artículo sobre los fosfenos y otros fenómenos entópticos. Argumentaron, entre otras cosas, que el arte no figurativo del Paleolítico Superior representa visiones reales de fosfenos y “constantes de forma” neurológicas, probablemente mejoradas por drogas alucinógenas.

La evidencia sugiere fuertemente que los fosfenos y las constantes de forma (conocidos colectivamente como entópticos), pueden ser generados por varios métodos diferentes, tanto intencionales como no intencionales. Klüver describió trece condiciones (incluida la toma de drogas) bajo las cuales se podrían generar entópticos. La evidencia sugiere además que el grado en que los entópticos se presentan depende del método de generación empleado.

Las imágenes más vivas fueron sin duda generadas por el uso de drogas alucinógenas. Si es cierto que la generación de fosfenos no es exclusiva de los humanos, también puede ocurrir en mamíferos superiores.
Si uno acepta la evidencia que identifica que las drogas alucinógenas producen las imágenes más vívidas, nuestra siguiente tarea es determinar si los datos disponibles apoyan la teoría de que las poblaciones anteriores hubieran tenido acceso a sustancias alucinógenas y hubieran sido conscientes de sus efectos a través del uso.

Sería aceptable sugerir sobre la base de la evidencia de que nuestros antecedentes tenían fosfenos disponibles a través de una forma de generación u otra.
Incluso puede haber ocurrido que, con una reducción en la dureza de los estímulos visuales modernos y un entorno más pacífico, nuestros antecedentes pueden haber sido mejores candidatos para ver tales imágenes que nosotros mismos.

La aparición de fosfenos puede ser espontánea y puede ser provocada de diferentes maneras.
Aparecen espontáneamente solo cuando faltan estímulos visuales y especialmente cuando el espectador está sometido a una privación visual prolongada.
Los fosfenos pueden explicar las “iluminaciones”, las visiones o la experiencia de “ver la luz”, reportados por meditadores (comúnmente llamados nimitta), místicos religiosos meditando en la oscuridad, personas que pasan largos periodos sin estimulación visual (también conocida como el cine del preso) o quienes usan drogas psicodélicas. Las personas en mazmorras oscuras, bien pueden informar de fantasmas, aunque la oscuridad no es un requisito; solo se necesita la ausencia de estímulos visuales externos.

Los fosfenos son un peligro para el conductor de camiones de larga distancia que mira por horas en una tormenta de nieve.
Los pilotos de aviones a menudo experimentan fosfenos, especialmente cuando vuelan solos a grandes altitudes, donde el cielo está despejado y vacío de las señales de profundidad habituales.

Los fosfenos creados por los campos magnéticos son conocidos como magnetofosfenos. Los astronautas expuestos a la radiación en el espacio reportan haber visto fosfenos.
Continuará...

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