14/3/20

SEÑALES FRB

                                                                  Señales registradas de FRB

En radioastronomía, una ráfaga rápida de radio (FRB) es un fenómeno astrofísico de gran energía de origen desconocido que se manifiesta como un pulso de radio fugaz y dura en promedio unos pocos milisegundos.

Duncan Lorimer y su estudiante David Narkevic descubrieron la primera ráfaga rápida de radio en 2007 mientras analizaban datos de archivo de los distintos estallidos de energía transitoria astronómica, como los púlsares y los estallidos de rayos gamma.
Se encontró un sonido de radio que descendió en frecuencia durante 15 milisegundos, la dispersión producida por la frecuencia de la ráfaga permite el mapeo del gas ionizado, que se puede observar con los instrumentos utilizados por los astrónomos, por lo tanto se refieren a este fenómeno comúnmente como ráfagas Lorimer.

Desde aquella primera detección, se propusieron buscar más señales en esa dirección, con el conjunto de los datos existentes y las observaciones adicionales recopiladas, pero no encontraron, como lo ocurrido con algunas ondas recibidas en otros observatorios, sin conocer el origen ni las causas exactas de los espectros electromagnéticos.
Se propusieron varios fenómenos, desde el reflejo accidental de un pulso de energía destinado a empujar una vela de luz interestelar, podría haber sido una explosión en una batalla con naves estelares, estrellas de neutrones de rotación rápida o de un agujero negro.

A día de hoy más de 100 ráfagas rápidas de radio (FRB), han sido detectadas, aunque la amplia dispersión en distintas ubicaciones han puesto en contra el argumento de una fuente tecnológica extraterrestre.

Con especial interés una de estas ráfagas provenía de una fuente que repetía su señal muchas veces, encontrándose aproximadamente 100 explosiones repetidas, encontrándose en una galaxia irregular débilmente óptica, cuyo desplazamiento lo coloca a 2,5 millones de años luz de distancia. Tanto la distribución general de las fuentes, como las distancias estimadas a partir de la frecuencia, continúan indicando que el catalogo actual de los FRB detectados son todos extra galácticos.

Para saber la localización de estas ráfagas se realiza un cálculo partiendo de la caída de frecuencia durante la ráfaga, que viaja por ondas electromagnéticas a través del vacío a la velocidad de la luz. Estas ondas tienen un retardo dependiendo de la frecuencia a medida que atraviesan las partículas cargadas que se encuentran en el medio interestelar en su camino hacia la Tierra. En la vía láctea aun no ha ocurrido nada.

El sol también emite este tipo de ondas mucho más débiles, son producidas por las erupciones solares viajando a través del plasma que lo rodea.

Una vez descubierto, el tipo de señal, los astrónomos han puesto en marcha varios radiotelescopios. En febrero, el radiotelescopio CHIME en Canadá informó de 13 nuevas ráfagas rápidas de radio. Otros como el ASKAP en Australia pueden localizar cientos de detecciones nuevas por año haciendo que sea menos complicado detectarlos, siendo una ayuda para la comprensión de la estructura y la distribución total del universo.

El equipo de astrónomos que estudia las FRB con el radiotelescopio Experimento Canadiense de Cartografía de la Intensidad del Hidrógeno (CHIME/FRB, por sus siglas en inglés) estableció que la señal se repite con una o dos ráfagas cada hora durante cuatro días, luego desaparece por 12 días antes de volver a emitirse por un nuevo periodo de cuatro días. De esta manera, el ciclo total de esta señal es de unos 16 días.
Hemos concluido que es la primera periodicidad detectada de algún tipo de fuente de FRB”, escribió el equipo en un estudio publicado para su revisión, en donde describía su hallazgo como una importante clave de la naturaleza de este objeto.

Recientemente, los científicos rastrearon la fuente del FRB 180916.J0158+65 hasta una región en una tenue galaxia espiral parecida a la Vía Láctea donde se forman estrellas. Ubicada a 500 millones de años luz de la Tierra, se trata de la fuente de FRB conocida más cercana a nuestro planeta.
Respecto al origen de estos destellos, todavía se desconoce qué los produce.
El ritmo de las señales apunta a que podría estar modulado por el entorno de la fuente. Si la fuente de los destellos orbita un objeto compacto, como un agujero negro, solo podría emitir señales hacia la Tierra en un periodo orbital determinado, en este caso, de 16 días.

Otro equipo sugirió que podría tratarse de un sistema binario compuesto de una estrella masiva y un núcleo estelar superdenso conocido como estrella de neutrones, en cuyo caso esta última podría emitir señales que periódicamente serían eclipsadas por los vientos opacos de su compañero gigante.

Actualmente, el equipo del CHIME/FRB espera encontrar patrones semejantes en las FRB conocidas para comparar los ciclos y alcanzar un mayor entendimiento en torno al origen de estas señales.

Fuentes:ScienceAlert/Wikipedia

No hay comentarios:

Publicar un comentario