3/7/10

LA ESTRELLA DEL ALMA.

La Estrella del Alma se encuentra a unos quince centímetros por encima de la cabeza y establece un enlace entre la Puerta de las Estrellas y los ocho chakras incorporados a la estructura humana. Se trata de un puente entre la esencia impersonal y la realidad individual, entre lo físico y lo espiritual, la tierra y los cielos. La Estrella del Alma se desenvuelve entre la Puerta de las Estrellas y los Chakras de la Corona y Causal.
Se sitúa ahora fuera de la cabeza, pero antaño formaba parte de la estructura craneal, pues allí residía entonces la conciencia abierta al kósmos. Hoy en día, está constantemente estimulada por la mera exposición a una emanación acrecentada de rayos procedentes del Gran Sol Central. Puede estimularse en mayor medida e incluso despertar, si se emplea un ente cristalino poderoso como la Selenita.
La luz es la energía conocida más elevada y potente de la tercera dimensión. La frecuencia sutil de la luz permite a las emanaciones kósmicas impersonales infiltrarse en el plano físico. La Estrella del Alma tiene a su cargo la transmisión de la energía infinita, y a nuestro alcance, hacia la Puerta de las Estrellas; además, filtra esa fuerza hacia el nivel anímico del ser humano luminoso. Tan sólo persigue un objetivo: recoger la esencia del kósmos y darle cuerpo en el reino del alma humana. Al intensificarse la energía kósmica sin fin, la Estrella del Alma se pone manos a la obra y teje un cuerpo Espiritual, valiéndose de la luz. Por su intervención reunimos las condiciones necesarias para que el individuo pueda poner orden y enlazar con la realidad humana los espacios sin límites de la energía ÚNICA, creadora y omnipotente.
El número once es una de las cifras maestras; es símbolo de un nuevo inicio en una octava más elevada. Una conexión en armonía con este poderoso centro de energía “once” sugiere que las circunstancias son favorables para la trama de un nuevo tejido vital, ya que los hilos de fuerza kósmica se entrecruzan delicadamente con la esencia anímica de la humanidad, si no se activa este chakra, tal vez la realización interior de la Unidad no logre manifestarse jamás en actividades terrenales habiendo despertado, la Estrella del Alma mantiene abierto un canal por donde pueda fluir la inspiración Espiritual y luego cobrar forma en la expresión personal. El concepto de Transmisión a Través del Cristal esta íntimamente ligado al número once. De hecho este representa el potencial al alcance de todos para vivir la vida de otro modo y en una dimensión superior. Si engendramos un cuerpo luminoso a partir de las frecuencias de las estrellas, y a continuación dirigimos esa energía hacia el sistema de chakras, “octavianos” (activar en una octava más elevada) la realidad física. Cuando la energía kósmica es transmitida por medio de formas de vida conscientes (como la raza humana), todo sana en el ser, y los corazones de otras personas se alegraran en la presencia divina que irradian los seres de estas características.
Por su excepcional capacidad para asimilar la luz, la Estrella del Alma es en extremo sensible a los rayos solares. De hecho, las Meditaciones del Sol pueden practicarse con el propósito de mantener estimulado ese centro de energía vital. A medida que vayas asimilando los rayos solares y estelares, sentirás una unión personal con el manantial infinito de energía generadora de vida. Pero si el Amor y la sabiduría de la divinidad impersonal han de integrarse a los disparatados y sinuosos caminos del mundo terrenal, el chakra de la Estrella de la Tierra, situado por debajo de la planta de los pies deberá asimismo e imperiosamente ser activado (mas adelante encontraras información acerca de la Estrella de la Tierra). La Estrella del Alma y la Estrella de la Tierra son elementos complementarios de una misma unidad, y cada uno de estos chakras facilita al otro la expresión de toda su gloria. Si la Estrella del Alma ha sido estimulada, pero no así la Estrella de la Tierra, la luz no lograra una plena espiritualización de la materia.
La Estrella del Alma puede ser un atajo para personas con sensación interior de unidad y a la vez incapaces de armarse de valor o dotarse de los medios necesarios para manifestar esa unidad en sus vidas. El ser humano puede escoltar su conciencia hasta los niveles más bajos de la Estrella del Alma y permanecer conectado en exclusiva con la luz. Pero, Si lo hace, tal vez sufra desconciertos mentales y desequilibrios físicos; puede incluso que la participación activa del individuo en el funcionamiento del mundo se vea seriamente afectada. De todos modos, no cabe la posibilidad de fundirse en exclusiva con los reinos siderales mientras las lecciones no hayan sido asimiladas en el plano físico. Las ilusiones de la tierra son como un imán, es inútil tratar de resistir a su poder de atracción. Los atajos que pueda tomar la Estrella del Alma aprietan a veces los nudos que nos atan a la tierra.

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