11/11/11

CIENCIA TÁNTRICA

Tantra representa el esfuerzo por penetrar en el eslabón místico entre lo finito y lo infinito, entre el individuo y el cosmos. Mientras para algunos, todo aquello que es espiritual parecería excluir todo aquello que es mundano, en el Tantra los dos son armoniosamente reconciliados. Iluminación espiritual y realización individual de una existencia significativa, son vistas como necesidades complementarias. Cada aspecto de la vida se convierte en una parte integral del Tantra, ya sea comida y salud o filosofía y meditación. Al canalizarlos con conciencia apropiada, todo viene a ser parte del flujo hacia la perfección humana y la liberación espiritual.
Aún cuando algunos aspectos del Tantra deberían surgir natural y espontáneamente, lo vasto de su alcance y lo intrincado de sus prácticas hacen de él una ciencia formidable para dominar. Ciertamente su profundidad no puede ser expuesta en un libro, tal como los escritores más renombrados han reconocido. El Tantra es una ciencia que debe ser aprendida y practicada con la asistencia y guía de un preceptor espiritual que sea un maestro en sus prácticas y un guía amoroso.

Tantra, literalmente significa “aquello que libera de la oscuridad”. Sus prácticas espirituales centradas alrededor de la meditación se esfuerzan por despojar la niebla del egocentrismo y de la estrechez mental que envuelve y anula las potencialidades infinitas de la mente humana. Las irresistibles características del Tantra son su perspectiva profundamente positiva del universo y su comprensiva aceptación del mundo fenomenal, como una expresión de la Conciencia infinita y esencial. Al tener la perspectiva de que toda existencia surge de una misma Conciencia infinita, el principio del Tantra es que cada individuo, al penetrar el núcleo de su propia conciencia, puede experimentar la unidad de todas las cosas y trascender la percepción sensorial con su perspectiva divisionaria del mundo relativo. La meta máxima del Tantra consiste en la unión con la Conciencia absoluta; un estado más allá del inhibidor ego y su fragmentación de la realidad.
La  liberación  de  la  Conciencia.
Vivimos en un mundo de cambios asombrosos, un mundo que da grandes pasos hacia delante en cuanto a entendimiento y conocimiento de lo mundano. Se le ha dado a la sociedad post–industrial el nombre de la era de la informática. El avance científico, especialmente la computación y los nuevos medios de comunicación, pone a nuestra disposición una enorme cantidad de información. Pero mientras nuestra mentes quedan pasmadas ante la nueva y dorada era de la ciencia, y las empresas se apresuran en la carrera feroz por dominar los mercados que están en rápida expansión, la sociedad global languidece por falta de comprensión espiritual de la naturaleza humana. En medio de la actividad frenética, se aniquilan la armonía interna y la comprensión bajo el peso de un sistema nervioso sobrecargado.
A medida que la sociedad global se hace cada vez más una sociedad urbana, el estrés y las tensiones crecen exponencialmente. La gente se encuentra atacada en todos los niveles: emocional, mental, física y socialmente. La vida urbana, el punto focal de la sociedad post–industrial, presenta nuevos dilemas complejos.
Se han forjado toda una serie de presiones psicológicas y ambientales cuyo resultado ha sido una mayor desintegración de la personalidad que quizá nunca antes se había visto en la historia humana. La experiencia de este estrés en un nivel masivo, ha subrayado la necesidad de un medio para lograr una cohesión interna. En la psicología, investigadores y practicantes han comenzado a comprobar la eficacia de las técnicas de expansión mental de la meditación, para reintegrar la personalidad. Sin embargo, la meditación tántrica y sus prácticas complementarias son mucho más que un proceso para solucionar los motivos del estrés; están destinadas a elevar al individuo a un estado de conciencia liberada.

¿Por qué meditar?  

Muchas terapias se basan en el principio de que si se localiza y reconoce la fuente de una tensión mental particular, entonces se le puede comprender y hacer frente; o que experimentando de nuevo la situación en la cual se formó una tensión particular, la raíz de la tensión puede ser expresada y en consecuencia, eliminada.
El tipo y extensión del condicionamiento reconocido depende de la escuela de pensamiento. Por ejemplo, muchas escuelas creen que al momento de nacer, el individuo es una “placa vacía” sobre la cual se forman todos los gustos, disgustos y creencias. Otras se remontan al origen del condicionamiento y la creación de tensiones hasta el útero y las experiencias prenatales.

El concepto de condicionamiento y su impacto psicológico es importante también en el Tantra y ayuda a comprender la meditación. Pero mientras la idea del Tantra respecto al condicionamiento es parecida en muchas maneras a la psicología moderna, su comprensión del alcance y de la influencia limitante del condicionamiento es considerable. El Tantra expande los parámetros del condicionamiento para abarcar la individualidad entera de una persona.
Todas las impresiones sensoriales y pensamientos, iniciados o experimentados por el individuo, se combinan para formar la identidad de su ego. Entonces, en un estado puro incondicional, la mente cambia completamente el ego restrictivo y lo sustituye por la identidad de la Conciencia Universal. La individualidad se transforma en un sentimiento de unidad con todas las cosas.

Este despojarse de condicionamientos de la mente es facilitado por la meditación. Al identificar la mente con la Conciencia esencial, más allá de la visión preconcebida del ego, éste se reduce poco a poco, revelando una identidad más significativa y una visión del mundo que es clara, fresca y sin prejuicios.
Dejando a un lado las complejidades del condicionamiento, la conciencia espiritual lograda a través de la meditación puede ser observada de manera mucho más simple.
A veces, durante la reflexión profunda, nos cuestionamos quiénes somos. Nuestra mente inquiere la pregunta fundamental de qué es la Conciencia. El entendimiento contemplativo de que poseemos “Conciencia” es un misterio sin resolver para nosotros. Como el físico que examina la base de la materia, la mente despejada contempla la base de la conciencia humana. Sin embargo, raras veces nos alcanza este pensamiento ya que estamos ocupados viviendo nuestras vidas y sumergidos en la interminable tarea de satisfacer tanto nuestras necesidades físicas y mentales, como las de los demás. Gradualmente somos bloqueados ante la idea de Conciencia, que simplemente damos por supuesta.

La meditación viene a ser como un alivio, un tiempo en que podemos de nuevo hacer contacto con nuestra propia conciencia, es una oportunidad para penetrar la superficialidad de nuestros procesos mentales cotidianos y profundizar dentro de nuestras mentes, de manera que cuando retornemos a nuestra existencia diaria, le encontremos un nuevo sentido y significado. En la meditación, la mente ya no es más objetivada o absorbida por el mundo fenomenal; es concentrada en la Conciencia que introduce otra perspectiva para ser considerada por nosotros.

Más  allá  de  la  conciencia  diaria.

Para la mayoría, la realidad que se percibe con la ayuda de los cinco sentidos, es la única, o por lo menos, se la trata como tal. Así como la persona que vive en una localidad particular toda su vida y cree que ese es el único lugar del mundo, así igual creemos que nuestra limitada percepción de las cosas es completa.
La ciencia ha mostrado hasta que punto son limitados nuestros sentidos. Solamente una pequeña porción del inmenso espectro de ondas luminosas que penetran la existencia diaria son percibidas por nuestros ojos y similarmente, tan solo una fracción de las ondas sonoras son captadas por nuestros oídos. En total observamos solo una pequeña parte de la realidad que la ciencia afirma conocer.

Aún más sorprendente resulta el hecho de que al analizar a nivel subatómico lo que podemos percibir, encontramos que esta realidad no existe en los mismos términos en que la observamos. Lo que vemos como materia sólida, en un nivel subatómico corresponde a numerosas partículas que se mueven a grandes velocidades en enormes áreas de espacio vacío. El hecho que incrementa aún más este dilema consiste en que actualmente los científicos no pueden determinar si estas “partículas” tienen alguna sustancia real. Entonces, lo que antes creíamos ser tangible y definido, es desconocido en otros niveles de medida y hace un absurdo de nuestra comprensión y percepción.
Las innumerables longitudes de ondas percibidas por la ciencia con instrumentos muy sutiles, no existían para las personas hace más de un siglo. La ciencia ha descubierto ahora estas ondas y ha aprendido a utilizar este nuevo conocimiento.

Se puede especular sobre lo que la ciencia podría encontrar en el futuro, pero hace milenios el Tantra ha reconocido la miríada de formas vibratorias que existen a través del universo, y ha descrito el proceso de creación en términos de longitudes de ondas.

Hasta ahora, la ciencia ha descrito únicamente la materia y la energía física en términos de longitud de onda. El Tantra también explica la mente y la energía psíquica en términos de formas vibratorias u ondulares. Lo que percibimos con nuestros sentidos y que la ciencia capta con la ayuda de instrumentos es, según el Tantra, únicamente un nivel de realidad relativa; el más burdo. Por encima de la realidad física se encuentran varios niveles mentales que no pueden ser explorados con el uso de instrumentos físicos ni con los sentidos; deben ser comprendidos con el uso de un instrumento más sutil: La Mente.

La meditación es un medio para resintonizar la mente, retirarla de la apreciación puramente sensorial del mundo. Entonces podremos apreciar las esferas más sutiles de la existencia y reconocer la belleza profunda del mundo en que vivimos. 
Extracto del libro:  Tantra, la ciencia eterna de P.R. Sarkar

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