28/9/11

MEDITACIÓN ARCO IRIS

En un ambiente tranquilo y con una mente serena, nos paramos y extendemos los brazos con las palmas de las manos hacia arriba; cerramos los ojos y tratamos de abrir nuestra mente y corazón. 

Visualizamos que entre las palmas de ambas manos se forma un Arco Iris que pasa por encima de nuestra cabeza, es como si lo sostuviéramos con las manos, sentimos incluso hasta una presión en las palmas como si fuera un pequeño peso.

Vemos que desde la parte más alta del Arco Iris (que está sobre nuestra cabeza) desciende un rayo color azul-plateado (más o menos como se puede ver en la imagen del símbolo), ese rayo entrará por nuestra cabeza y seguirá su descenso hasta llegar al centro de nuestro corazón; al llegar a nuestro corazón, el rayo enciende una chispa y se genera una llama de color dorado que luego en forma de tubo ascenderá desde nuestro corazón pasando por dentro nuestro y saliendo por la coronilla continuando su ascenso hasta unirse al Arco Iris. 

Luego de algunos momentos, comenzamos a levantar nuestros brazos y vamos cerrando el Arco Iris y cuando nuestras manos están sobre nuestra cabeza, vemos el símbolo completo entre nuestras manos. Bajamos las manos por delante de nuestra cabeza y las llevamos hasta el corazón, colocamos las manos sobre el corazón, una sobre la otra y de esa manera sellamos el Símbolo dentro de nuestro Corazón,  vemos que el Símbolo queda alojado dentro del corazón.

Esta meditación fue canalizada en septiembre del 2.002.
Salí en auto desde la Provincia de Buenos Aires, recorrí cerca de 5.000 km. buscando no sé qué y llegué finalmente a la Cordillera de Los Andes, donde se encuentra el Aconcagua y ahí se me mostró el símbolo y la forma de canalizarlo como en una especie de meditación; la visión en este caso se trataba de un ser que se presentó como el Espíritu de los Andes y que manifestó que en otros lugares había personas complementando esta energía.
Daniel de Argentina.

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