17/10/12

JIDDU KRISHNAMURTI


Usted y yo debemos liberarnos de las causas de nuestro conflicto interno, y el centro de ese conflicto es el ‘yo’, el mí. Pero la mayoría no queremos estar libres del ‘yo’, ese es el problema. A la mayoría, nos gusta el placer y el dolor que produce el ‘yo’ y mientras el placer y el dolor del ‘yo’ nos domine, habrá conflicto entre el ‘yo’ y la sociedad, el ‘yo’ y lo colectivo. Y lo colectivo dominará el ‘yo’, y si puede lo destruirá. No obstante, el ‘yo’ se considera más fuerte que lo colectivo, por eso siempre trata de sortear lo colectivo, conseguir una posición, una mejora, realizarse.
Sin duda, la verdadera función del hombre consiste en liberarse del ‘yo’, y buscar la realidad, descubrirla y permitir que se manifieste.
J. Krishnamurti - Obras completas, tomo V

Sostengo que la Verdad es una tierra sin caminos, y no es posible acercarse a ella por ningún sendero, por ninguna religión, por ninguna secta.  Ese es mi punto de vista y me adhiero a él absoluta e incondicionalmente. La verdad, al ser ilimitada, incondicionada, inabordable por ningún camino, no puede organizarse; ni puede formarse organización alguna para conducir o forzar a la gente a seguir un sendero particular. Si desde el principio entienden eso, entonces verán cuan imposible es organizar una creencia.

Una creencia es un asunto puramente individual, y no pueden ni deben organizarla. Si lo hacen, se convertirá en algo muerto, cristalizado, en un credo, en una secta, en una religión que debe imponerse a los demás. Esto es lo que todo el mundo trata de hacer.
La Verdad se empequeñece y se transforma en un juguete para los débiles, para los que están solo momentaneamente descontentos. La Verdad no puede rebajarse, es más bien el individuo quien debe hacer el esfuerzo de elevarse hacia ella. No pueden traer la cumbre de la montaña al valle; si quieren alcanzar la cumbre de la montaña, deben cruzar el valle, subir la cuesta, sin temor a los peligrosos precipicios.
De nuevo sostengo que ninguna organización puede conducir al hombre a la espiritualidad.
Si para este propósito se crea una organización, se convertirá en una muleta, en una debilidad, en una servidumbre que por fuerza mutila al individuo y le impide crecer, establecer su unicidad, que consiste en descubrir por sí mismo esa Verdad absoluta e incondicionada.
Fuente: Extracto del Discurso de disolución de “La Orden de la Estrella de Oriente”, fundada en 1911 para proclamar el advenimiento del Instructor del Mundo.
Para leer el discurso completo, visita su web oficial en:http://www.jkrishnamurti.org/es/about-krishnamurti/dissolution-speech.php

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