Las
cuestiones que se planteará el antropólogo galáctico serán
sorprendentes y, sin duda, la respuesta que dará, si no conoce la
trascendencia (cosa difícil puesto que realiza sus investigaciones
en las estrellas), será la perplejidad más impenetrable.
En
el planeta Tierra y a la altura de nuestros conocimientos, el
fenómeno de la trascendencia es en apariencia exclusivo de la
humanidad. Y tan difícil de definir que se ha dicho que cualquier
explicación del fenómeno religioso está necesariamente viciado por
las ideas preconcebidas de quien intenta realizarla.
Se
puede describir sin riesgo, quizás, como una realidad social que
liga ("re-liga", éste es el origen de la palabra
"religión") a cada una de las personas íntimamente con el
entorno social donde surge un determinado sistema de creencias; casi
siempre da sentido a un sistema cultural tan amplio como se quiera y
que implica a diversos conjuntos de grupos humanos, étnica y
geográficamente afines. Un fenómeno, además, capaz de propagarse y
de ser utilizado como instrumento de cohesión política interna así
como de expansión externa, de cariz netamente imperial.
Ésta
es la historia del hombre en su inquietante dimensión espiritual, la
aventura del robo del fuego sagrado, la manzana comida del árbol de
la ciencia del bien y del mal, el osado aldabonazo propinado a las
puertas del Olimpo, del cielo, del Paraíso, en suma, del que
aparentemente fue expulsado en los tiempos primeros y al que siempre
tercamente pretendió regresar.
Como
un eco lejano, suspendido en el tiempo y de repente percibido, el
arte prehistórico conservado en abrigos naturales hoy nos sigue
atestiguando que sus autores percibieron lo trascendente.
Las
pinturas rupestres son como un decorado sin texto teatral en un
escenario vacío sólo iluminado por las débiles luces de la
conjetura; no hay vestuario, ni partitura musical ni siquiera un
triste programa de mano, nada: sólo nos quedan el decorado y el
silencio de siglos.
Ni
siquiera conocemos a ciencia cierta cómo debemos aplicar la palabra
"religión" a un "santuario" que consiste en un
abrigo natural decorado con grabados y pinturas de las que sólo
conocemos su antigüedad aproximada, y en algunas ocasiones, la
composición del colorante........Sigue leyendo:
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