La
formación de manchas solares se desencadena por un campo magnético
que, según los científicos, está en constante declive. Predicen
que para el año 2016 puede que ya no queden manchas solares y que
el Sol permanecerá sin ellas durante varias décadas. La última vez
que las manchas solares desaparecieron por completo fue en los siglos
XVII y XVIII, cuando se desarrollaba un largo período frío en el
planeta conocido como la Pequeña Edad de Hielo.
Las
manchas solares son regiones cargadas eléctricamente, con gas
sobrecalentado (plasma) en la superficie del Sol, formadas cuando
existen afloramientos de campo magnético atrapado en el plasma
ionizado. El campo magnético evita que el gas pueda irradiar el
calor y se hunde de nuevo debajo de la superficie del Sol. Estas
áreas son algo más frías que la superficie que las rodea, y se nos
presentan ante la vista como manchas oscuras.
Las
manchas solares se han observado al menos desde el siglo XVII, y se
sabe que siguen un ciclo de 11 años desde el máximo de actividad
solar (cantidad de manchas visibles) hasta un mínimo solar (Sol
inmaculado sin manchas). El mínimo solar dura alrededor de 16 meses
pero, de manera curiosa y llamativa, el mínimo actual ya ha durado
26 meses, lo que lo transforma en el más largo “mínimo de
actividad solar” en los últimos 100 años.
Desde
1990, Matthew
Penn y William Livingston,
dos astrónomos solares que trabajan para el Observatorio
Solar Nacional (NSO) en
Tucson, Arizona, han estado utilizando una medida llamada División
Zeeman para
estudiar la fuerza magnética de las manchas solares. El
desdoblamiento (o división) Zeeman es la distancia entre un par de
líneas espectrales infrarrojas tomadas con un espectrógrafo y la
luz emitida por los átomos de hierro en la atmósfera del Sol.
Cuanto más amplia sea la distancia, mayor es la intensidad del campo
magnético.
Penn
y Livingston examinaron cerca de 1.500 manchas solares y encontraron
que el nivel de intensidad (promedio) del campo magnético de las
manchas solares ha disminuido de unos 2.700 gauss a unos 2.000 gauss
(el campo magnético de la Tierra está por debajo de 1 gauss). Las
razones de la disminución son desconocidas, pero Livingston cree que
si la fuerza sigue disminuyendo en la misma proporción, llegará a
reducirse hasta 1.500 gauss para el año 2016 y, bajo esta intensidad
de campos magnéticos, la fuerza de la formación de manchas solares
puede ser imposible.
Durante
el período 1645-1715, conocido como el Mínimo
de Maunder,
casi no hubo manchas solares. Este período coincidió con la Pequeña
Edad de Hielo que produjo las temperaturas más bajas que se
recuerden en Europa. Livingston advierte de que sus resultados deben
ser tratados con cautela, ya que sus técnicas son relativamente
nuevas y no se sabe todavía si la disminución de la intensidad del
campo magnético va a continuar. "Solo el paso del tiempo dirá
si el ciclo solar disminuirá en la magnitud que el estudio estima".
David Hathaway, físico solar en el Marshall
Space Flight Center en
Huntsville, Alabama, también ha señalado que los cálculos no
tienen en cuenta a una gran cantidad de pequeñas manchas solares con
campos magnéticos relativamente débiles, aparecidas durante el
último máximo solar. Si estas no están incluidas en los cálculos,
el promedio del campo magnético resultaría mayor de lo que
realmente fue. Habrá que estar atentos a los cambios y sorpresas que
siempre nos tiene reservadas nuestro astro rey.
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