No
se trata de un efecto óptico. Ni tampoco, a pesar de su forma, de
una lejana galaxia espiral. El nombre de esta "cosa" es
AFGL 3068 y era conocida desde hace tiempo como una brillante fuente
de luz infrarroja a unos 3.000 años luz de la Tierra en la
constelación de Pegaso. Pero las potentes cámaras del telescopio
espacial Hubble han conseguido revelar el aspecto que el objeto tiene
en el espectro visible. Así es como lo veríamos, sin necesidad de
instrumento alguno, si nos acercáramos a él. Una preciosa, delicada
y evanescente espiral. Su luz es tan débil que ningún instrumento
había conseguido captarla hasta ahora.
La
imagen muestra una especie de filamento muy delgado alrededor de un
"capullo" de polvo y gas en cuyo interior se oculta la
estrella, que forma parte de un sistema binario (dos estrellas
compañeras que orbitan una alrededor de la otra). El propio material
que hace rotar la espiral se está moviendo hacia el exterior a una
velocidad de 50.000 kms. por hora
Es precisamente el hecho de que se trata de un sistema binario lo que
explica la forma de espiral. Normalmente, en efecto, las
nebulosas
planetarias
no
adoptan esta curiosa forma, sino más bien la de una esfera hecha con
el material expulsado por la estrella y que termina por envolverla
parcial o totalmente.
Las
estrellas con masas comprendidas entre la mitad y ocho veces la del
Sol no explotan como supernovas al final de sus vidas. En lugar de
eso, liberan sus capas exteriores de gas y se expanden a la deriva en
el espacio.
Al
tratarse de un sistema binario, la estrella LL Pegasi está perdiendo
material debido a la atracción gravitatoria de su compañera. Se
estima que las varias capas de la espiral están separadas una de
otra por un año luz. Calculando esta separación con más detalle se
podrá obtener directamente el periodo orbital del sistema.
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