Un
equipo de astrónomos han predicho que dentro de cinco años, en
2022, se producirá una explosión que será perfectamente visible
desde la Tierra, sin necesidad de utilizar telescopio. Será algo
nunca visto hasta ahora.
Según
la predicción de los científicos, se trata de un sistema binario
(dos estrellas que orbitan una alrededor de la otra) y que según
los cálculos, se fundirán en una sola en el año 2022, produciendo
una explosión catastrófica. En ese momento, la estrella resultante
aumentará espectacularmente su brillo y se convertirá, durante un
tiempo, en el objeto más brillante del firmamento. La estrella será
visible como parte de la constelación del Cisne, y añadirá un
nuevo y brillante punto de luz a las estrellas que forman la Cruz del
Norte.
Molnar
comenzó a estudiar la estrella KIC 9832227 a finales de 2013 tras
asistir a una conferencia en la que la astrónoma Karen Kinemuchi
presentó un estudio sobre los cambios de brillo de esa estrella en
particular, dejando abierta la cuestión de si se trataba de una
estrella «pulsante» o de un sistema binario.
El
científico se tomó el asunto como un reto personal y decidió
estudiar el objeto en profundidad. Lo primero que hizo fue observar
cómo el color de la estrella se relacionaba con su brillo, lo que le
llevó a determinar que se trataba, definitivamente, de un sistema
binario «de contacto», en el que las dos estrellas del sistema
comparten una atmósfera común, como dos cacahuetes que están
dentro de a misma cáscara.
A
partir de aquí, Molnar explica cómo Daniel Van Noord, estudiante
del Calvin College, logró determinar un periodo orbital muy preciso
con los datos del satélite Kepler, y se sorprendió al descubrir que
ese periodo era ligeramente inferior al que mostraban los primeros
datos del satélite.
Este
resultado recordó al astrónomo un estudio publicado previamente por
su colega Romuald Tylenda, que mostraba cómo otra estrella (V1309)
se estaba comportando justo antes de explotar de forma inesperada en
2008, produciendo un nova roja, uno de los tipos conocidos de
explosión estelar. Los registros anteriores a esa explosión
mostraban una binaria de contacto, con un período orbital cada vez
más corto y a velocidades cada vez mayores. Para Molnar, este patrón
de cambios orbitales fue como una "piedra Roseta" que le
permitió interpretar los nuevos datos de la estrella que estaba
estudiando. Observó que los cambios en el período orbital de KIC
9832227 seguían cambiando durante 2013 y 2014, y en 2015 presentó
sus resultados ante la Sociedad Astronómica Americana, donde aseguró
que había una probabilidad muy alta de que KIC 9832227 siguiera los
mismos pasos de V1309. Por supuesto, antes de tomarse su hipótesis
completamente en serio, Molnar pasó meses enteros tratando de
descartar otros motivos que podrían estar detrás de los cambios
detectados en la estrella.
«En
pocas palabras -explica el investigador- en ese momento pensamos que
nuestra hipótesis de la fusión de las dos estrellas debía ser
tomada muy en serio, y que deberíamos utilizar los años siguientes
para estudiar el acontecimiento a fondo para que, cuando la explosión
se produzca, conozcamos con exactitud todos los pasos que llevaron a
ella».
Si
las predicciones son correctas, será la primera vez que un grupo de
astrónomos logra captar el momento en que los dos miembros de un
sistema binario de estrellas se fusionan, y estudiar además al
detalle lo que sucede durante los años que preceden a la explosión.
No hay comentarios:
Publicar un comentario