28/10/11

PROFECIA DE MELQUISEDEC

El Dr. Ferdinand Ossendowski, un ilustre viajero, hombre de ciencia y escritor, cuenta que, en visita al monasterio de Narabanchi, en Mongolia, encontró una sorprendente profecía que Melquisedec  había  dejado en ese mismo lugar que el Genio de la Tierra había visitado en el año 1890.


"Cada día más se olvidarán los hombres de sus almas y se ocuparán de sus cuerpos. La corrupción más grande reinará en la tierra. Los hombres se asemejarán a animales feroces, sedientos de la sangre de sus hermanos".
La Media Luna se borrará y sus adeptos se sumirán en la mendicidad y en la guerra perpetua. Sus conquistadores serán heridos por el sol, pero no subirán dos veces; les sucederá la peor de las desgracias y acabarán entre insultos a los ojos de los demás pueblos. Las coronas de los reyes, grandes y pequeños, caerán. Uno, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho... Habrá una guerra terrible entre todos los pueblos. Los océanos enrojecerán... La tierra y el fondo de los mares se cubrirán de esqueletos, se fraccionarán los reinos, morirán naciones enteras...

El hambre, la enfermedad, los crímenes desconocidos de las leyes... Cuanto el mundo no habrá contemplado aún. Entonces vendrán los enemigos de Dios y del Espíritu Divino que residen en el hombre. Quienes cojan la mano de otro, perecerán también. Los olvidados, los perseguidos, se sublevarán y llamarán la atención del mundo entero. Habrá nieblas y tempestades, las montañas peladas se cubrirán de bosques. Temblará la tierra... Millones de hombres cambiarán las cadenas de la esclavitud y las humillaciones por el hambre, las enfermedades y la muerte. Los antiguos caminos se llenarán de multitudes que irán de un sitio a otro. Las ciudades mejores y más hermosas perecerán por el fuego... una, dos, tres...

El padre luchará con el hijo, el hermano con el hermano, la madre con la hija. El vicio, el crimen, la destrucción de los cuerpos y de las almas, imperarán sin frenos... Se dispersarán las familias... Se desaparecerán la fidelidad y el amor... De diez mil hombres, uno sólo sobrevivirá... un loco, desnudo, hambriento y sin fuerzas, que no sabrá construirse una casa ni proporcionarse alimento... Aullará como un lobo rabioso, devorará cadáveres, morderá su propia carne y desafiará airado a Dios... Se despoblará la tierra. Dios la dejará de su mano. Sobre ella esparcirán tan sólo sus frutos la noche y la muerte. Entonces surgirá un pueblo hasta ahora desconocido que, con puño fuerte, arrancará las malas hierbas de la locura y del vicio, y conducirá a los que hayan permanecido fieles al espíritu del hombre, a la batalla contra el mal. Fundarán una nueva vida en la tierra purificada por la muerte de las naciones. Dentro de cincuenta años no habrá más que tres grandes reinos nuevos que vivirán felices durante setenta y un años. Enseguida vendrán diez y ocho años de guerras y cataclismos... Luego, los pueblos de Agharti saldrán de sus cavernas subterráneas y aparecerán en la superficie de la tierra.

En el último párrafo, a través de una atenta lectura, descubrió Óscar Uzcategui que Melquisedec daba una fecha y unos datos muy precisos para su profecía.
La profecía fue escrita por el Señor del Mundo en el año 1890. Así pues, cuando Melquisedec dice “dentro de 50 años no habrá más que tres grandes reinos nuevos”, nos está hablando de 1940, es decir, de la segunda guerra mundial. 
Aparecieron entonces tres grandes reinos nuevos: Europa, Rusia y EEUU. Luego dice que “vivirán felices durante setenta y un años”. Esto es: 1940 más 71, nos da 2011. Y en este año fatídico “en seguida vendrán dieciocho años de guerras y cataclismos”.


Así nos dice que estamos a las puertas de un conflicto mundial que tendrá consecuencias horrorosas, nunca vistas, y que tendrá una duración de 18 años: desde 2.011 hasta 2.029. 
Posteriormente habrá una regeneración y empezará un nuevo ciclo, pero no sin que antes haya una involución y destrucción, como dicen tantas profecías y religiones del mundo.
Fuente: http://www.vopus.org/es/gnosis-gnosticismo/profecias-2012/

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