20/2/17

EL MECANISMO DE ANTIKYTHERA

Tras diez años de trabajo para descifrar las inscripciones del antiguo "mecanismo de Antikythera", el Instituto para el Estudio del Mundo Antiguo en Nueva York ha revelado que entre sus utilidades, sirvió para hacer predicciones astrológicas.

En 1900 el buceador Elías Stadiatos se sumergía en la costa sudeste de Grecia, muy cerca de la minúscula isla de Antikythera, para conseguir esponjas, y a 40 metros de la superficie descubrió unas estatuas de bronce. Cuando el capitán Kondos ordenó a sus hombres que exploraran detenidamente la zona, se supo que las estatuas de bronce iban a bordo de un pecio romano hundido en el mar Egeo en el año 80 a.C., joyas, muebles, ánforas de vino… Un auténtico tesoro. Pero el artefacto más valioso del cargamento pasó entonces inadvertido. Se trataba de una caja de madera carcomida, de 32 cm. de largo, 16 de ancho y 10 de alto que, debido a las precarias condiciones, se deshizo en pedazos al llegar a la superficie. Esta circunstancia, permitió que quedaran expuestos algunos engranajes que habían en su interior y el artefacto pasó a ser conocido como el mecanismo de Antikythera.

Tras años condenado al ostracismo, el mecanismo de Antikythera ha sido objeto de diversos estudios. Hasta ahora se habían centrado en los engranajes similares a los de un reloj de repisa de chimenea. Pero, en lugar de horas y minutos, los punteros en el disco delantero seguían los movimientos del Sol, la Luna y los planetas. Dos diales en espiral en la parte de atrás funcionaban como un calendario y para la predicción de eclipses. El autor principal Alexander Jones, del Instituto para el Estudio del Mundo Antiguo en Nueva York, estima que el mecanismo original contó probablemente con hasta 20.000 caracteres.

Según informa Smithsonianmag.com, las letras son muy pequeñas, algunas de menos de un milímetro y oculta bajo la superficie de los fragmentos oxidados. Jones y sus colegas utilizaron la tomografía computarizada para revelar nuevas secciones de texto y actualizar las lecturas anteriores.
Texto por encima y por debajo de los diales describen las salidas y puestas de constelaciones estelares en varias fechas durante todo el año. Jones muestra que este calendario estelar o "parapegma," fue más extenso de lo pensado, enumerando al menos 42 eventos, incluyendo solsticios y equinoccios solares.

Los investigadores utilizaron los nuevos datos para estimar con precisión más probable la ubicación del astrónomo que compiló el parapegma. Coinciden con una latitud de alrededor de 35 grados. Esto descarta Egipto o el norte de Grecia, y que el objetivo perfecto era la isla griega de Rodas. También consideran que personas diferentes realizaron los grabados, lo que sugiere que el dispositivo se realizó en el contexto de un taller o negocio familiar, no por un solo mecánico.

Jones cree que tales predicciones no tienen ninguna base astronómica. Opinan que estas características tenían un propósito de anticiparse al futuro, así como "una astrología a gran escala". Los griegos heredaron esta creencia de los babilonios, cuyos sacerdotes eran astrónomos obsesionados con ver los cielos en busca de malos augurios.


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