Los
miedos y también otras emociones que van de la mano, como la baja autoestima y
el apego, son construcciones mentales que hacemos a partir de lo que hemos
aprendido, por lo tanto podemos desaprenderlos y reprogramar nuestra mente a
través de un proceso que requiere todo nuestro compromiso.
“Los
miedos solo son pensamientos y los pensamientos se pueden cambiar” Louise L.
Hay
El
miedo señala el camino, el miedo es un recurso muy positivo, incluso “un
maestro” si tenemos la mente lo suficientemente abierta para escuchar y
aprender. Podemos ver al miedo como una brújula que nos señala la dirección de
nuestro crecimiento, hacia dónde tenemos que dirigirnos. Si me da miedo cambiar
de trabajo, seguramente haya llegado el momento de empezar a buscar otro. Si me
da miedo hablar con mi pareja, mi jefe o mi hijo, es una señal infalible de que
tengo que hacerlo. Si me da miedo alejarme de mi familia y mis amigos, vivir en
otro lugar, empezar una nueva vida, es que con certeza tengo que hacerlo.
Cuando cruzamos la “cortina de humo” del miedo, al otro lado está la libertad.
Cada vez que hago algo que previamente temía, después me siento más seguro.
Puedo
equivocarme, las cosas tal vez no salgan como tenía previsto, pero seguir el
camino del miedo me da la oportunidad de superarme, de aprender y de
creer. Este proceso comienza con
un “darse cuenta” y una firme decisión de querer enfrentarnos a esas sombras
para iluminarlas, y continúa con una atenta auto observación compasiva. Al
principio, ese fantasma que es el miedo va a sentir que empieza a perder
fuerza, que ya no lo tomamos muy en cuenta y entonces hará intentos
desesperados por volver a recuperar su lugar. Este fantasma tiene un lugar muy
importante en la sociedad y en nosotros mismos y por eso se siente fuerte, pero
sabe que, así como la oscuridad se desvanece con una chispa de luz, él se
desvanece con la conciencia.
“La
conciencia es liberadora. Es el mayor agente de cambio que existe.” La
reprogramación de nuestros modelos mentales se logra a través de un profundo
trabajo interior que nos lleve al despertar de la consciencia. En este camino
es muy importante mantener una atención constante, observar y observarnos, para
entender y conocer las maniobras de nuestro ego y para poder aceptarnos tal
como somos y ser compasivos con nosotros mismos, sin negar ninguno de nuestros
aspectos ni buscar la perfección. La toma de conciencia es lo que nos permite
empezar a dejar atrás todos los miedos arrastrados desde la infancia, que
distorsionan nuestra forma de ver la realidad.
Extracto del libro: EL MIEDO, como
trascenderlo
http://www.slideshare.net/EstrellaCosmoecologa/el-miedo-y-como-trascenderlo
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